De todos los problemas bioéticos planteados por la ingeniería genética hay uno que se ha convertido últimamente en el centro de debate público: la clonación. La clonación es una forma de reproducción no sexual, que se da naturalmente en muchas plantas junto a la reproducción sexual y que, a diferencia de esta última, produce copias genéticas exactas de la planta originaria. Los ejemplos más conocidos son las patatas y las fresas.
Comprende hueso, cartílagos, tendones, ligamentos y tejido conectivo fibroso; sostiene y mantiene juntas las demás células del organismo. Es característico que las células de estos tejidos secreten grandes cantidades de substancia inerte, llamada matriz, la naturaleza y función del tejido conectivo que se estudia depende sobre todo de la naturaleza de la dicha matriz intercelular.
Las células que llevan a cabo sus funciones indirectamente, lo hacen secretando una matriz dedicada al sostén y conexión mencionados.
En el tejido conectivo fibroso, la matriz es una red gruesa y complicada de fibras microscópicas secretadas por las células de tejido conectivo. Este tipo de tejido se encuentra en todo el organismo, con la función de unir la piel a los músculos, mantener las glándulas en posición y afianzar otras muchas estructuras.
Los tendones y ligamentos son variedades especializadas de tejido conectivo fibroso. Los tendones, no son elásticos, sino como cables flexibles, unen los músculos unos a otros con los huesos, mientras que los ligamentos son ligeramente elásticos y unen un hueso a otro. Hay una red especialmente densa de fibras de tejido conectivo inmediatamente por debajo de la piel de muchos vertebrados. Cuando se trata químicamente, en el proceso del curtido, se llama cuero.
Las fibras del tejido conectivo contienen una proteína peculiar llamada colágena, rica en los aminoácidos glicina, prolina, hidroxiprolina. Si las fibras se tratan con agua caliente, la colágena se transforma en una gelatina sobre.
El esqueleto de sostén de los vertebrados está formado de cartílago, o de hueso. El cartílago es el esqueleto de sostén durante las fases embrionarias de todos los vertebrados, pero en el adulto esta reemplazado casi totalmente por hueso, salvo en los tiburones y mantarrayas. En el cuerpo humano puede apreciarse el cartílago en la estructura profunda del pabellón de la oreja y en la punta de la nariz. Es duro pero elástico.
Las células del cartílago secretan una matriz dura y elástica a su alrededor; forman grupos de 2 a 4 células en pequeñas cavidades dentro de la matriz homogénea. Las células del cartílago en esta matriz siguen vivas y algunas secretan fibras que crecen dentro de la matriz y la refuerzan.
También las células óseas siguen vivas y secretan una matriz ósea en toda la vida del organismo. Esta matriz tiene sales de calcio (hidroxiapatita) y proteínas principalmente colágenas. Las sales cálcicas de la matriz del hueso lo hacen muy duro y la colágena evita que el hueso se vuelva frágil. La densa matriz ósea permite al esqueleto sostener el peso del cuerpo.
Además, casi todos los huesos tienen una importante cavidad, la cavidad medular, en su interior que puede contener medula amarilla, formada casi totalmente de grasa o medula roja, tejido en el cual se producen los glóbulos rojos y algunos glóbulos blancos.
Atravesando toda la matriz del hueso, hay los conductos de Havers, vías microscópicas a través de las cuales, vasos sanguíneos y nervios nutren y controlan las células óseas. La matriz ósea es secretada en forma de anillos concéntricos (laminillas) alrededor de los conductos; las células permanecen en cavidades dentro de estos anillos.
Las células óseas están unidas, unas a otras, y con los conductos de Havers, por extensiones celulares que se encuentran en conductos menores en la matriz. Las células óseas obtienen oxígeno y substancias de base mediante estos conductos diminutos; también eliminan por esta vía los productos de desechos. Los huesos poseen también la capacidad de modificar la substancia ósea en respuesta a esfuerzos sostenidos.