De todos los problemas bioéticos planteados por la ingeniería genética hay uno que se ha convertido últimamente en el centro de debate público: la clonación. La clonación es una forma de reproducción no sexual, que se da naturalmente en muchas plantas junto a la reproducción sexual y que, a diferencia de esta última, produce copias genéticas exactas de la planta originaria. Los ejemplos más conocidos son las patatas y las fresas.
La reproducción humana se efectúa sexualmente por la unión de un óvulo y un espermatozoide, por la introducción del pené erecto del hombre en la vagina de la mujer. En el clímax de la excitación sexual, el líquido seminal del hombre se vierte en el extremo superior de la vagina, alrededor del cuello del útero, desde donde los espermatozoides son transportados por el canal cervical y el útero a la parte superior de las Trompas de Falopio, donde se produce la fecundación.
La primera fase del coito, denominada excitación, puede durar desde unos pocos minutos hasta algunas horas. La característica esencial de esta fase en el varón es la erección del pené y la tensión psíquica. Mientras que en la mujer se caracteriza por la erección del clítoris y los labios menores.
En la segunda fase denominada de meseta, los senos aumentan de volumen hasta un 20 por 100 de volumen y los pezones se ponen erectos. Se congestiona la piel del pecho, cuello y cara. Durante la fase de excitación pasa liquido por las paredes de la vagina y humedece el canal vaginal y la entrada. Los tejidos que rodean a la entrada de la vagina experimentan tumescencia para formar lo que se ha denominado como la plataforma orgásmica.
El orgasmo del hombre se caracteriza por eyaculación del líquido seminal, provocada por la contracción de los músculos de las paredes del epidídimo, vasa deferentia y vesículas seminales y por la contracción del músculo bulbocavernoso en el extremo proximal de la uretra.
Después del orgasmo hay una detumescencia del pené, los labios y el clítoris, una reducción del tamaño de los pechos y una disminución general del tono muscular en el hombre y en la mujer. No todas las mujeres llegan al orgasmo en todos los coitos, pero el orgasmo no es un requisito previo para la fecundación.
Durante la excitación las fases orgásmicas, la frecuencia respiratoria puede llegar a 40 por minuto; la frecuencia cardiaca puede alcanzar a 170 por minuto y la presión arterial puede elevarse de 30 a 80 mm Hg durante la sístole y 20 a 40 mm Hg para la diastolica.
El orgasmo va seguido de una fase de resolución, de relajación muscular y una sensación de lasitud física y mental. El hombre no puede volver inmediatamente a otro orgasmo, sino que requiere un periodo latente de algunos minutos antes de comenzar de nuevo. La mujer, en contraste, no requiere de tal periodo latente entre los clímax.