De todos los problemas bioéticos planteados por la ingeniería genética hay uno que se ha convertido últimamente en el centro de debate público: la clonación. La clonación es una forma de reproducción no sexual, que se da naturalmente en muchas plantas junto a la reproducción sexual y que, a diferencia de esta última, produce copias genéticas exactas de la planta originaria. Los ejemplos más conocidos son las patatas y las fresas.
La mayor parte de nuestro conocimiento acerca de la estructura del cromosoma se ha adquirido mediante microscopía óptica. Colorantes especiales tomados selectivamente por el DNA han permitido identificar cada uno de los cromosomas individualmente, los cuales se observan de manera óptima durante la división celular, cuando los cromosomas están más contraídos.
De acuerdo a esto los cromosomas no son iguales, ya que cada cromosoma consta de una constricción primaria denominada centromero, que divide al cromosoma en brazos cortos y largos, designados p (petit) y q (grand) y el extremo de cada brazo se denomina telomero, que juegan un papel fundamental en la estabilidad e integridad del cromosoma.
De acuerdo a la situación de los centrómeros.
- Metacéntrícos. El centrómero está situada en posición mediana (brazos iguales).
- Submetacentricos. El centrómero está alejado del punto medio (brazo corto y brazo largo).
- Acrocentricos. El centrómero se encuentra mucho más alejado del punto medio lo que da lugar a brazos muy cortos y brazos largos, además presentan pedúnculos y satélites en los brazos cortos.
Cada núcleo de una célula somática contiene dos juegos de cromosomas uno paterno y otro materno, que conformar un par de cromosomas homólogos.
De acuerdo a esto la cromatina es el nombre que recibe el material que forma los cromosomas, es decir una combinación de DNA y proteínas de tipo histonas. La Eucromatina débilmente teñida, contiene genes funcionales, mientras que la heterocromatina, está constituido por DNA repetitivo e inactivo, que no se expresa.