Las elecciones municipales de fines del 93 ratificaron la mayoría del MNR. Lo más destacado fue el mal resultado para el MIR (9,3 %) y la ADN (11,4%), al punto que el jefe adenista Hugo Banzer renunció a la jefatura de su partido un mes antes del proceso electoral, previendo el resultado. Se pensó que sería el retiro definitivo de Banzer, pero los hechos políticos lo desmintieron. Por el contrario, en 1997 fue elegido Presidente Constitucional.
La Participación Popular (PP) fue la idea clave del Plan de Todos y la que tuvo una repercusión histórica mayor de todas las encaradas por Sánchez en su gestión. Marcó la superación de una brecha aparentemente imposible, lograr que la economía abierta no estuviese reñida con una redistribución más justa del ingreso y un concepto esencial a la democracia: la participación del ciudadano en la gestión de su destino. Apoyado en la democracia municipal el gobierno aprobó la ley de participación popular (1994); para ello territorializó los municipios, creando 311 en el país con jurisdicción, más allá del ámbito meramente urbano (la base política fueron las secciones de provincia).
El principio de la PP es que el monto total a distribuir se divide por el número de habitantes. Los municipios reciben fondos de acuerdo a su población. El dinero para la PP salió del 20 % de las recaudaciones nacionales entregadas automáticamente a los municipios, además del 100 % de las recaudaciones municipales que cada municipio administra e invierte directamente. Esto determinó que por primera vez en la historia del país el área rural, tradicionalmente olvidada por el estado central, recibiera dinero de la co-participación en una cuenta a nombre de cada municipio. Por ejemplo, poblaciones como Achacachi (LP) que en 1993 recibía 4.000 dólares del estado central en 1996 recibió 1.455.000 dólares. Villa Tunari (CB) que en 1993 recibía 0, en 1996 recibió 1.166.000 U$. Villamontes (TJ) que en 1993 recibía 9.000 U$ en 1996 recibió 474.000 U$. Roboré (SC) que en 1993 recibía 1.000 U$, en 1996 recibió 369.000 U$. Puerto Rico (PD) que en 1993 recibía 0, en 1996 recibió 88.000 U$, Pero adicionalmente, era un dinero que la propia comunidad administraba a través de su concejo municipal y mediante la creación de las Organizaciones Territoriales de Base (ayllus, capitanías, comunidades originarias, juntas vecinales, etc.), que permitieron la creación de las Juntas de Vigilancia con potestad de proponer proyectos y fiscalizar la administración de fondos por parte del municipio.
La descentralización administrativa fue la culminación de una largo camino, un anhelo de diversos sectores contrarios al secante centralismo. La descentralización se concretó manteniendo al prefecto de departamento designado por el Presidente, pero estableció un Consejo Departamental presidido por el prefecto e integrado por consejeros representantes de todas las provincias del departamento y de la capital departamental. Se vinculó el proceso con la democracia municipal al determinar que los consejeros fueran nombrados por los concejales municipales electos por voto popular. El Consejo administraba y ejecutaba un presupuesto cuyos fondos provenían de las regalías departamentales que manejaron las desaparecidas corporaciones de desarrollo. Se concretó un proceso integral de descentralización, tanto con la Participación Popular como con la descentralización administrativa.