Las elecciones municipales de fines del 93 ratificaron la mayoría del MNR. Lo más destacado fue el mal resultado para el MIR (9,3 %) y la ADN (11,4%), al punto que el jefe adenista Hugo Banzer renunció a la jefatura de su partido un mes antes del proceso electoral, previendo el resultado. Se pensó que sería el retiro definitivo de Banzer, pero los hechos políticos lo desmintieron. Por el contrario, en 1997 fue elegido Presidente Constitucional.
El nuevo estado requería de otras reglas de juego para terminar con su papel de juez y parte en el manejo del funcionamiento de los servicios al ciudadano. Para ello se creó el Sistema de Regulación Sectorial - SIRESE (1994), cuyo papel era regular, controlar y supervisar las actividades de varios sectores. Tuvo como tarea arbitrar, en caso de reclamo de usuarios frente a un operador de servicios, exigir el adecuado cumplimiento y calidad de servicios y aprobar o no las propuestas de incrementos de tarifas. La ley contempló la existencia de un superintendente general nombrado por el Presidente, de una terna elevada por el senado para un período de siete años. Se crearon también superintendencias sectoriales de telecomunicaciones, electricidad, hidrocarburos, transportes y aguas, cuyos titulares fueron designados por el mismo procedimiento que el superintendente general pero por un período de sólo cinco años.
Esta estructura complementaba el concepto de un estado regulador con la existencia del Sistema de regulación financiera - SIREFI que está integrado por la Superintendencia de bancos y entidades financieras, la Superintendencia de pensiones y la de Seguros.
También se creó el Sistema de Regulación de Recursos Naturales - SIRENARE, que integran la Superintendencia agraria y forestal.