La apertura democrática de principios de los ochenta tuvo dos características, la recuperación total de libertades ciudadanas y la imposición de un modelo de economía abierta. El primero en el gobierno de Siles y el segundo en el de Paz Estenssoro. El desarrollo de ambos conceptos se apoyó en una democracia de pactos surgida tras la crisis de gobernabilidad de la UDP. Ante la imposibilidad de ningún candidato de lograr el 50 % más uno de los votos por más de veinte años, se impuso la lógica de lograr acuerdos entre los partidos mayoritarios para tener mayoría congresal y cogobernar.
Los difíciles años que llevaron a la Audiencia de Charcas a su independencia con respecto a España, y a su autonomía con respecto a los dos virreinatos de los cuales dependió alternativamente, el del Perú y el del Río de la Plata, dejaron a la nueva república de Bolivia en una situación política inestable y con una economía destruida.
En su independencia, como en la de toda América, actuaron factores externos, tales como las ideas provenientes del iluminismo y del racionalismo filosófico, ideas emanadas de la Revolución Francesa (añol789) y de la emancipación de los Estados Unidos (añol776). Inglaterra, por su parte, no perdía la mira sobre un continente que siempre había ambicionado como potencial mercado para su comercio de ultramar.
En las postrimerías del siglo XVIII, bajo el reinado de Carlos III, España implantó un nuevo sistema administrativo sustituyendo los corregimientos por las intendencias (añol782). Las reformas también tuvieron lugar en el territorio de Charcas que salió de la jurisdicción de Lima para formar parte del Virreinato de la Plata, cuya cabeza era la ciudad de Buenos Aires (año 1776). A estos factores de tipo administrativo se sumó la ideología imperante lo que dio lugar a la inestabilidad política. Hay que añadir a esta situación los intereses de buena parte de América del Sur que colocaron a Charcas en el centro mismo de un continente totalmente convulsionado.
En estas circunstancias es cuando Napoleón Bonaparte invade España (1808) lo que, repercutiendo en toda América, desencadenó el proceso libertario. La lucha se inició con las rebeliones de 1809, luego de las cuales llegaron a Charcas ejércitos provenientes tanto de la Argentina y Perú, como de la Gran Colombia.
Al analizar la ambigua situación por la que atravesaba Charcas en las postrimerías del siglo XVIII y comienzos del XIX cabe destacar varios hechos ocurridos en el transcurso de los 16 años de guerra interna (1809-1825), los que fueron definiendo el destino de la Audiencia. En primer lugar tenemos los levantamientos de Chuquisaca y La Paz (1809) y la independencia de las Provincias del Río de la Plata con su consolidación mediante el Congreso de Tucumán (1810), lo que determinó el envío de ejércitos auxiliares argentinos para independizar el Alto Perú, nombre con el que a fines del siglo XVIII se conocía a la Audiencia de Charcas, la que desde 1776 formaba parte del virreinato de Buenos Aires. Las misiones argentinas fracasaron y dejaron una huella de amargura y descontento, sin embargo muchos rebeldes mantuvieron hasta el fin sus relaciones con la junta de Buenos Aires. En este proceso libertario cabe destacar la acción interna que se lleva a cabo desde Cochabamba así como la participación indígena. Los indios estaban divididos, pues mientras una buena parte luchaba con los patriotas, otra luchaba dentro de las fuerzas realistas, en tanto que un tercer grupo conservaba un carácter autonomista y revindicatorio que, en algunos casos, intentó la reconstitución del Incario.