Las elecciones municipales de fines del 93 ratificaron la mayoría del MNR. Lo más destacado fue el mal resultado para el MIR (9,3 %) y la ADN (11,4%), al punto que el jefe adenista Hugo Banzer renunció a la jefatura de su partido un mes antes del proceso electoral, previendo el resultado. Se pensó que sería el retiro definitivo de Banzer, pero los hechos políticos lo desmintieron. Por el contrario, en 1997 fue elegido Presidente Constitucional.
Como casi todas las medidas de cambio del gobierno, la aprobación de la ley INRA (del Instituto Nacional de Reforma Agraria), a pesar del consenso previo, provocó serias confrontaciones, entre ellas una de las mayores movilizaciones campesinas de la historia a la ciudad de La Paz (octubre de 1996). Tras las concentraciones masivas y enfrentamientos callejeros, el parlamento aprobó una ley que en los hechos es una nueva ley de tierras que sustituye al decreto de reforma agraria de 1953. La nueva ley reconoció por primera vez a las comunidades originarias, las organizaciones indígenas tradicionales y los territorios indígenas en el oriente (que habían recibido el primer territorio por la vía de decreto en el gobierno de Jaime Paz). Eximió de pago de impuestos al solar campesino, la pequeña propiedad y la tierra de comunidad. Estableció un nivel de impuestos racional para la mediana y gran propiedad y determinó la reversión para las tierras abandonadas, que no pagan impuestos o están en contra del bien común.
Tuvo la tarea de titular definitivamente las tierras de comunidades, dio preferencia a la dotación a comunidades e indígenas organizados colectivamente y adjudicó tierras fiscales por concurso público y con objeto de su uso productivo.