El Presidente Morales a través de su mayoría parlamentaria y tras una difícil negociación con Podemos, aprobó la convocatoria a elecciones para la Asamblea Constituyente que debía elegir 255 constituyentes y realizar el referéndum sobre autonomías. La ley indicaba que la única tarea de la Asamblea era aprobar una nueva Constitución en un tiempo máximo de un año, que sería sometida para su aprobación a un referéndum popular. La Constitución debía ser votada por dos tercios de los asambleístas.
Estas elecciones marcaron un giro histórico en la democracia. Se rompió el trípode MNR-ADN-MIR como sustento del modelo político-económico y control de la relación gobierno-oposición. Los nuevos movimientos sociales y étnicos comenzaron a llenar el horizonte político. Apareció como gran favorito NFR con la candidatura de Manfred Reyes Villa e Ivo Kuljis. Desde los partidos tradicionales se repitieron las candidaturas ce Gonzalo Sánchez de Lozada por el MNR, a quien acompañó el periodista independiente Carios D. Mesa Gisbert y de Jaime Paz, con Carlos Saavedra, por el MIR. Desde el antisistema y sustituyendo a Condepa y UCS, surgieron Evo Morales-Antonio Peredo del MAS y Felipe Quispe - Esther Balboa del MIP.
La confrontación electoral parecía tener un ganador, Reyes Villa, quien con una equivocada estrategia electoral terminó derrotado. Sánchez de Lozada ganó una elección por tercera vez en su vida, aunque con un estrecho 22,5 % frente al 20,9 % de Morales. Ambos dieron una sorpresa que barrió las expectativas de las encuestas. El tercer lugar lo ocupó Reyes Villa también con 20, 9%, apenas 721 votos por debajo del MAS. El MIR ocupó otra vez el cuarto lugar con el 16,3 %.
El Congreso con una histórica presencia pluriétnica y multicultural, ratificó con su voto mayoritario al ganador por mayoría relativa, consagrando Presidente a Gonzalo Sánchez de Lozada y vicepresidente a Carlos D. Mesa Gisbert, tras la alianza entre el MNR y el MIR, a quienes acompañaron MBL y UCS.