El Presidente Morales a través de su mayoría parlamentaria y tras una difícil negociación con Podemos, aprobó la convocatoria a elecciones para la Asamblea Constituyente que debía elegir 255 constituyentes y realizar el referéndum sobre autonomías. La ley indicaba que la única tarea de la Asamblea era aprobar una nueva Constitución en un tiempo máximo de un año, que sería sometida para su aprobación a un referéndum popular. La Constitución debía ser votada por dos tercios de los asambleístas.
El periodo 1999-2001 fue extremadamente difícil para la economía, con problemas de contracción que bajaron drásticamente el crecimiento del país a poco más del 1% en 2001. El crecimiento, menor a la tasa demográfica de 2,2%, reflejaba una contracción económica grave, expresada en la caída de exportaciones, en virtud de la crisis asiática, brasileña, argentina y la permanente depresión de los precios de las materias primas que afecto a los minerales y a la soya.
El gobierno buscó sin éxito aplicar medidas de reactivación. Tres intentos no lograron revertir una situación que no fue reconocida hasta comienzos de 2000. Las medidas apuntaron a fortalecer el sistema financiero, ayudar a los empresarios a reprogramar sus créditos, impulsar la bolsa de valores, liberar de cargas a las importaciones para la producción y apoyar a sectores de exportación. Paradójicamente, la banca tenía más de mil millones de dólares que no colocaba por falta de condiciones para los créditos. Las tasas de interés, a pesar de una bajada sostenida, seguían siendo inviables para el fomento a la producción. Los depósitos cayeron y la mora subió dramáticamente hasta superar el 23% en 2001.
A pesar de los indicadores macroeconómicos controlados, la caída de la inflación al record histórico de 1,6 % en 2001, mostró el nivel altamente recesivo de la economía, totalmente carente de liquidez. A pesar de este contexto se consiguieron algunas inversiones externas importantes. La privatización de las refinerías de petróleo adquiridas por Petrobras-Pérez Companc por 102 millones, y la venta de la fundición de estaño de Vinto en un precio muy bajo a un consorcio inglés (en el que se evidenciaron varias irregularidades), marcó la paradoja de un gobierno que había criticado duramente la capitalización y que optó por la privatización pura y dura, enajenando toda la propiedad de estas empresas. Fue también importante la inversión en SOBOCE (productora de cemento) por 40 millones y la participación de ésta en el 33% de la cementera Fancesa de Sucre.
Elecciones Municipales de 1999
En diciembre de 1999 se llevaron a cabo elecciones municipales. Ganó a nivel nacional el MNR con el 19,5%, seguido del MIR con el 16% y en tercer lugar ADN con el 13,5%. El nivel de abstención fue alto, alrededor del 40%. Surgieron candidatos fuera de los partidos tradicionales como Juan del Granado del Movimiento sin Miedo (MSM) que ganó en La Paz o Germán Gutiérrez que se prestó la sigla de Vanguardia Revolucionaria y ganó en Sucre. En las capitales de departamento y El Alto, el MIR ganó en dos, ADN en dos, MNR, MSM, UCS, NFR, VR9 y PS en una. El triunfo más rotundo fue el de Manfred Reyes Villa del NFR en Cochabamba con el 51% y el de José Luis Paredes del MIR en El Alto. El Fracaso mayor fue el de Condepa con estruendosa derrota en El Alto y La Paz.