En 1977 Banzer convocó a elecciones, casi tres años antes de su propio cronograma. La evidencia de que la bonanza económica se terminaba y abría paso a una severa crisis y la presión de la nueva administración estadounidense presidida por Jimmy Cárter y obsesionada por el respeto a los derechos humanos, impulsaron al gobierno a tomar la decisión. Pero el verdadero factor de inflexión surgió del seno del país.
Bolivia había llegado en 1971 a una polarización que dividió la nación en dos de manera irreconciliable. Por un lado, quienes creían que había llegado la hora del cambio sin contemplaciones. Por el otro, la izquierda que atravesaba una etapa de euforia revolucionaria sin precedentes. La clase media asustada se aferró a la salida de una derecha también radical que no estaba dispuesta a ver tocados sus intereses. El anticomunismo era una bandera también intransigente. En un punto histórico como éste, no era cosible pensar en una solución por la vía del diálogo.
El contexto internacional hacía imposible un giro a la izquierda al estilo de la UP chilena. Los gobiernos de Argentina y Brasil, presididos por militares de derecha, no querían ni pensar en un vecino revuelto por la revolución. Estados Unidos apoyaba sin restricción alguna al militarismo de derecha. Torres y la asamblea popular estaban condenados, pero pelearon antes de caer definitivamente derrotados.
El gobierno estaba sustentado en las FF.AA. y en una organización denominada Frente Popular Nacionalista (FPN), hechura de Banzer, que unía irónicamente a dos enemigos teóricamente irreconciliables, FSB y el MNR, este último seguía siendo un partido gravitante en la vida nacional como se vio en los procesos electorales posteriores. El abrazo entre Mario Gutiérrez y Víctor Paz confirmó esa curiosa unión que apoyaba al Cnl. Banzer. La alianza del FPN fue un antecedente de otro abrazo más traumático aún para muchos, que protagonizó esta vez Banzer con el MIR dieciocho años después.
De los ocho gabinetes del Gobierno Banzer se pueden mencionar como ministros importantes de su administración a Mario Gutiérrez (Relaciones Exteriores), Andrés Selich (Interior), Ciro Humboldt (Trabajo), Carlos Valverde Barbery (Salud), Carlos Serrate Reich (Minas y Metalurgia), Alfredo Arce (Interior), Alberto Natusch (Agricultura y Asuntos Campesinos), Juan Pereda (Industria e Interior), Rene Bernal (Defensa), Juan Lechín Suárez (Planeamiento y Coordinación), Waldo Bernal Pereira (Educación), Carlos Calvo (Finanzas) y Guido Vildoso (Salud).