En 1977 Banzer convocó a elecciones, casi tres años antes de su propio cronograma. La evidencia de que la bonanza económica se terminaba y abría paso a una severa crisis y la presión de la nueva administración estadounidense presidida por Jimmy Cárter y obsesionada por el respeto a los derechos humanos, impulsaron al gobierno a tomar la decisión. Pero el verdadero factor de inflexión surgió del seno del país.
En 1975, después de 13 años de ruptura diplomática, se reanudaron relaciones con Chile. Esta muestra de buena voluntad con Santiago tenía que ver con la reiniciación de negociaciones sobre el pendiente tema marítimo. Chile aceptó la reanudación porque le daba aire a la secante dictadura que había derrocado a Allende en 1973. El aislamiento del gobierno de Santiago era prácticamente total y este gesto mejoraba su imagen. En la fronteriza localidad de Charaña se reunieron los presidentes Banzer de Bolivia y Augusto Pinochet de Chile. El gobierno boliviano propuso la cesión de un corredor soberano al norte de Arica, limitando con la frontera peruana y un acceso soberano a la costa que permitiera la construcción de un puerto propio. Chile condicionó esa cesión a un canje territorial “equivalente” que obligaba a Bolivia a ceder una superficie igual de su territorio a la que recibiría por el corredor y puerto. Se requería además la anuencia peruana en virtud del tratado de 1929.
La sola mención de un posible canje territorial puso a Banzer en un serio aprieto ante la repulsa general de la opinión pública boliviana que se opuso tajantemente a esa posibilidad. Allí la negociación se enfrió y estancó; por su parte Perú dejo claro que no aceptaría este arreglo con un texto ambiguo y una solución inaplicable de presencia tripartita. En 1978, sin ninguna solución, Bolivia decidió romper nuevamente relaciones ante el fracaso de la iniciativa. Esta negociación fue probablemente la más importante que se hizo desde el enclaustramiento marítimo, y el momento en que Bolivia estuvo más cerca de encontrar una solución razonable a su enclaustramiento.