El Estatuto de Gobierno de 1974 - Los Asesinatos de Selich, Zenteno y Torres y la “Operación Cóndor”

Tras la gravedad de acontecimientos, como el asesinato del Cnl. Andrés Selich ex-ministro del Interior (1971-1972), que fue brutalmente golpeado por funcionarios de seguridad del gobierno hasta matarlo, forzaron la renuncia del ministro Alfredo Arce Carpió. Paz Estenssoro fue exiliado del país ante su creciente distanciamiento y críticas al régimen, se produjeron además dos intentos de golpe de estado con la participación de militares institucionalistas y el MIR, y el deterioro del esquema del FPN que se hizo muy evidente. Por eso Banzer determinó anular la vigencia de los partidos y proclamó el receso total de actividad política y sindical y comenzó un período dictatorial abierto con respaldo de las FFAA., a partir del 9 de noviembre de 1974, lo que implicó un evidente endurecimiento del gobierno. Esto le permitió gobernar con más comodidad, sin la presión de los grupos civiles representados en los partidos que lo apoyaron hasta entonces. El programa original de esta fase de la dictadura era gobernar hasta 1980 y luego llamar a elecciones. No pudo ser, la presión interna y externa y algunos asuntos emocionales que afectaron al Presidente adelantaron forzadamente la fecha de convocatoria electoral.

Durante 1976 la opinión pública se vio estremecida por el asesinato del exiliado ex-presidente Torres en Buenos Aires, que fue secuestrado, acribillado sin piedad y abandonado bajo un puente en la provincia de Buenos Aires. En mayo había sido asesinado el General Joaquín Zenteno Anaya en París mientras se desempeñaba como embajador en Francia. Ambos actos terroristas nunca fueron esclarecidos. Los sectores de oposición al gobierno atribuyeron ambos asesinatos a la mano del gobierno en combinación con la dictadura militar argentina. En los hechos, durante esos años, se desarrolló un sistema llamado “Operación Cóndor” que vinculó a las dictaduras del cono sur (Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil) que no sólo era una comunidad de inteligencia, sino que actuó en la detención, tortura y aún muerte de ciudadanos de la región que actuaban en grupos insurgentes y clandestinos con el objetivo de derrocar a los militares. Con frecuencia fueron desaparecidas personas inocentes.

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En 1977 Banzer convocó a elecciones, casi tres años antes de su propio cronograma. La evidencia de que la bonanza económica se terminaba y abría paso a una severa crisis y la presión de la nueva administración estadounidense presidida por Jimmy Cárter y obsesionada por el respeto a los derechos humanos, impulsaron al gobierno a tomar la decisión. Pero el verdadero factor de inflexión surgió del seno del país.

En 1975, después de 13 años de ruptura diplomática, se reanudaron relaciones con Chile. Esta muestra de buena voluntad con Santiago tenía que ver con la reiniciación de negociaciones sobre el pendiente tema marítimo. Chile aceptó la reanudación porque le daba aire a la secante dictadura que había derrocado a Allende en 1973. El aislamiento del gobierno de Santiago era prácticamente total y este gesto mejoraba su imagen. En la fronteriza localidad de Charaña se reunieron los presidentes Banzer de Bolivia y Augusto Pinochet de Chile.

El comienzo de la integración del oriente, lograda hacia 1954 con el camino Cochabamba-Santa Cruz, se impulsó en gran medida en este período. Como hemos visto Santa Cruz pasó de 42.000 habitantes en 1950 a más de 350.000 en 1980. Un crédito de más de 60 millones de US$ se destinó al algodón, el resultado fue un fracaso por el uso inadecuado y muchas veces deshonesto de los créditos. Pero, a pesar de estos elementos negativos, hubo otros aspectos. Se incrementó la vivienda y se produjo una intensificación de la ganadería.

El caso del petróleo es ilustrativo. Bolivia había pasado (años 50) a ser país exportador en pequeñísima escala. En este gobierno llego al máximo de su capacidad (1975) con una exportación de 2.105.302 m3. A partir de entonces se produjo una reducción hasta prácticamente cesar de exportar y mantener años después un difícil abastecimiento del mercado interno. YPFB, tradicionalmente una de las pocas empresas estatales solventes, entró en una espiral preocupante de pérdidas.

Tras 16 años de estabilización monetaria, en 1972 se determinó la devaluación del peso en un 66% (Sesenta y seis por ciento - de 12 pesos por dólar se pasó al cambio de 20). Por el transcurso de varios años se había mantenido una paridad artificial que ponía en riesgo a la economía. El rezago cambiario obligó a una medida radical que trajo como respuesta un intenso movimiento popular de protesta, manifestaciones, etc., con los consiguientes enfrentamientos.

Uno de los problemas que afrontó el país para encarar adecuadamente sus programas de desarrollo fue la falta de información sobre su realidad. A lo largo del siglo XX se llevaron a cabo solamente cuatro censos. El primer en 1900, el segundo cincuenta años después en 1950, el tercero en 1976 veintiséis años después y el último en 1992, dieciséis años más tarde. El censo de 1976 nos permite comparar el país de la pre-revolución con el posrevolucionario.

Durante este período de gobierno se produjo una etapa de bonanza económica sin precedentes, fundamentalmente por los precio favorables de nuestras principales materias primas de exportación (1974 - 1975). Basta mencionar que el estaño llegó a cotizarse en casi 8 dólares por libra fina a mediados de los años setenta record histórico que nunca más se volvió a repetir y el gas llegó a venderse a 4,4 dólares por millar de pies cúbicos (1976). Era además el tiempo de los créditos internacionales fáciles, frescos y rápidamente disponibles.