En 1977 Banzer convocó a elecciones, casi tres años antes de su propio cronograma. La evidencia de que la bonanza económica se terminaba y abría paso a una severa crisis y la presión de la nueva administración estadounidense presidida por Jimmy Cárter y obsesionada por el respeto a los derechos humanos, impulsaron al gobierno a tomar la decisión. Pero el verdadero factor de inflexión surgió del seno del país.
Barrientos había organizado el Frente de la Revolución Boliviana (FRB), un conglomerado de fuerzas de centro y de derecha que respaldaban su proyecto iniciado el 4 de noviembre, denominado “Revolución Restauradora” y también “Segunda República”.
Colaboraron a su gobierno como ministros de estado, entre otras personalidades políticas, Wálter Guevara Arze (PRA), Ricardo Anaya (PIR), Mario Rolon y Fernando Diez de Medina quien había sido ministro de Hernán Siles y fue luego asesor de Gral. García Meza. Diez de Medina ha sido apasionado biógrafo de Barrientos.
En esta gestión se llevó a cabo el proyecto hidroeléctrico de Santa Isabel (Cochabamba), contrató un préstamo para la ampliación de la red de agua potable e n La Paz y Sucre. Se construyó el nuevo aeropuerto de El Alto, se terminaron los caminos 1 y 4 le penetración al Chapare en el departamento de Cochabamba, que serían las cabeceras de la nueva carretera asfaltada Cochabamba-Santa Cruz. También renovó contrato con la Gulf para la provisión de petróleo. Se realizó en 1967 la concesión de la mina Matilde a la U.S.S. Philips & Co. para su explotación mediante decreto del 14 de febrero.
En el contexto de un sistema de democracia restringida, se dictó la ley de seguridad del Estado, que limitó severamente las libertades y derechos ciudadanos y que continuó la tradición represiva e intolerante de muchos gobiernos bolivianos.