La Guerrilla de Teoponte, La Revolución Universitaria y la Violencia

En julio de 1970 estalló en la zona de Teoponte (norte de La Paz) un movimiento de guerrilla de precaria organización en el espíritu de la guerrilla del Che, nacida de sectores universitarios y de grupos radicalizados de la Democracia Cristiana; apareció también la sigla del ELN, organización político-militar que nació en la guerrilla le 1967. Fueron 75 jóvenes que partieron de La Paz hacia los Yungas (norte de La Paz-Alto Beni) camuflados como si fueran grupos de alfabetizado-res. Era un número superior al de los guerrilleros que habían acompañado al Che. El 19 de julio de 1970 irrumpieron en la empresa minera South American Placer y secuestraron a los técnicos extranjeros Gunter Lerch y Eugenio Schulhauser. Negociaron la libertad de varios guerrilleros presos entre ellos Loyola Guzmán. El 22 de julio liberaron a los técnicos alemanes.

La experiencia terminó trágicamente con la muerte de muchos guerrilleros por hambre y el resto aniquilado por el ejército. Allí se perdieron jóvenes brillantes como Néstor Paz (autor de un dramático y hermoso diario de guerrilla firmado bajo el seudónimo de Francisco, que muestra la indefensión y total inexperiencia de los bisoños combatientes), el folklorista Benjo Cruz, los hermanos Quiroga Bonadona y otros. En octubre y noviembre de 1970 el movimiento había sido totalmente exterminado. El ELN hizo conocer una lista de 66 guerrilleros muertos y el ejército dio su propia lista con 53 muertos. Osvaldo “Chato” Peredo jefe de la guerrilla fue hecho prisionero por el ejército que prácticamente no sufrió bajas en este episodio.

Unos meses antes, en Abril de 1970 se desencadenó un proceso dentro de la principal universidad del país, la universidad Mayor de San Andrés de La Paz. Se denominó revolución universitaria y fue protagonizada por jóvenes radicales inspirados en el mayo francés de 1968, pero con el ingrediente radical de posiciones marxistas extremas. Los estudiantes exigieron el poder y se lo tomaron, se produjo una purga masiva de catedráticos y una situación de crisis total. La respuesta fue un asalto con grupos falangistas y delincuentes juveniles (los “marqueses”) que tomaron el edificio central. El problema se resolvió con la devolución del edificio y el comienzo de un proceso de radicalización que incluyó el co-gobierno paritario y el veto político.

Simultáneamente se desató una ola de violencia en La Paz con atentados terroristas y explosiones de bombas en diversos sectores de la ciudad. Por entonces se produjo el asesinato de Alfredo Alexander y su esposa (Alexander era director del matutino Hoy) también fueron asesinados el político y periodista Jaime Otero Calderón y el diputado y dirigente campesino Jorge Soliz. Estas muertes nunca fueron aclaradas y desmejoraron notablemente la imagen del gobierno. Como móvil de alguno de los crímenes se mencionó la decisión de eliminar a testigos o poseedores de información que demostrarían la existencia de un negociado de venta de armas a Israel con la intermediación de los generales Ovando y Barrientos.

Estas oscuras circunstancias debilitaron el respaldo a Ovando; la sorda batalla entre sectores de derecha e izquierda en las FF.AA., la salida de algunas figuras importantes del gabinete y la muerte accidental de un hijo del Presidente desmoralizaron al gobernante que se doblegó ante una situación cada vez más descontrolada y terminó cercado por sus propios camaradas de armas.

Contenidos Relacionados

En 1977 Banzer convocó a elecciones, casi tres años antes de su propio cronograma. La evidencia de que la bonanza económica se terminaba y abría paso a una severa crisis y la presión de la nueva administración estadounidense presidida por Jimmy Cárter y obsesionada por el respeto a los derechos humanos, impulsaron al gobierno a tomar la decisión. Pero el verdadero factor de inflexión surgió del seno del país.

En 1975, después de 13 años de ruptura diplomática, se reanudaron relaciones con Chile. Esta muestra de buena voluntad con Santiago tenía que ver con la reiniciación de negociaciones sobre el pendiente tema marítimo. Chile aceptó la reanudación porque le daba aire a la secante dictadura que había derrocado a Allende en 1973. El aislamiento del gobierno de Santiago era prácticamente total y este gesto mejoraba su imagen. En la fronteriza localidad de Charaña se reunieron los presidentes Banzer de Bolivia y Augusto Pinochet de Chile.

Tras la gravedad de acontecimientos, como el asesinato del Cnl. Andrés Selich ex-ministro del Interior (1971-1972), que fue brutalmente golpeado por funcionarios de seguridad del gobierno hasta matarlo, forzaron la renuncia del ministro Alfredo Arce Carpió. Paz Estenssoro fue exiliado del país ante su creciente distanciamiento y críticas al régimen, se produjeron además dos intentos de golpe de estado con la participación de militares institucionalistas y el MIR, y el deterioro del esquema del FPN que se hizo muy evidente.

El comienzo de la integración del oriente, lograda hacia 1954 con el camino Cochabamba-Santa Cruz, se impulsó en gran medida en este período. Como hemos visto Santa Cruz pasó de 42.000 habitantes en 1950 a más de 350.000 en 1980. Un crédito de más de 60 millones de US$ se destinó al algodón, el resultado fue un fracaso por el uso inadecuado y muchas veces deshonesto de los créditos. Pero, a pesar de estos elementos negativos, hubo otros aspectos. Se incrementó la vivienda y se produjo una intensificación de la ganadería.

El caso del petróleo es ilustrativo. Bolivia había pasado (años 50) a ser país exportador en pequeñísima escala. En este gobierno llego al máximo de su capacidad (1975) con una exportación de 2.105.302 m3. A partir de entonces se produjo una reducción hasta prácticamente cesar de exportar y mantener años después un difícil abastecimiento del mercado interno. YPFB, tradicionalmente una de las pocas empresas estatales solventes, entró en una espiral preocupante de pérdidas.

Tras 16 años de estabilización monetaria, en 1972 se determinó la devaluación del peso en un 66% (Sesenta y seis por ciento - de 12 pesos por dólar se pasó al cambio de 20). Por el transcurso de varios años se había mantenido una paridad artificial que ponía en riesgo a la economía. El rezago cambiario obligó a una medida radical que trajo como respuesta un intenso movimiento popular de protesta, manifestaciones, etc., con los consiguientes enfrentamientos.

Uno de los problemas que afrontó el país para encarar adecuadamente sus programas de desarrollo fue la falta de información sobre su realidad. A lo largo del siglo XX se llevaron a cabo solamente cuatro censos. El primer en 1900, el segundo cincuenta años después en 1950, el tercero en 1976 veintiséis años después y el último en 1992, dieciséis años más tarde. El censo de 1976 nos permite comparar el país de la pre-revolución con el posrevolucionario.