Marcelo Quiroga Santa Cruz (1931-1980)

Quiroga Santa Cruz representó uno de los liderazgos más lúcidos y honestos de la política boliviana de la segunda mitad de siglo. Su excepcional inteligencia y sus notables dotes de orador se combinaron con una particular mística que lo convirtió en uno de los símbolos de la izquierda boliviana.

Nació en Cochabamba en 1931. Originalmente estuvo próximo a FSB, fue en una fórmula de ese partido que accedió al parlamento durante el gobierno de Barrientos. Su interpelación por la masacre de San Juan le costó la cárcel. Fue ministro de Minas y Petróleo del gobierno de Ovando desde donde propugnó la nacionalización de la Gulf. En 1971 fundó el Partido Socialista. Fue exiliado por Banzer.

Ejerció la cátedra universitaria en México. A su retorno como jefe del escindido Partido Socialista 1, fue candidato a la presidencia en tres oportunidades (1978-1979 y 1980). Obtuvo un notable cuarto lugar con más de 100.000 votos en 1980. En 1979 inició un juicio de responsabilidades contra el ex-presidente Hugo Banzer. Ejerció el periodismo en los años sesenta y setenta. Fundó el efímero periódico "El Sol" y 1a revista “Clarín Internacional”. Fue columnista en la prensa mexicana, sus columnas más importantes fueron recopiladas en el libro Hablemos de los que mueren. Incursionó en el cine con un cortometraje El combate (1959). Pero su obra de creación más destacada se dio en la narración. Los deshabitados (1959) es ya un clásico de la literatura moderna de Bolivia. Con carácter póstumo se publicó su segunda novela Otra vez marzo. Sus escritos políticos más importantes son El saqueo de Bolivia (1972) y Oleocracia o patria (1976).

Tras el asalto a la COB el 17 de julio de 1980, fue herido, torturado y brutalmente asesinado. Su familia nunca pudo recuperar sus restos. Murió a los 49 años de edad.

En 1997 el Presidente Sánchez de Lazada designó una comisión para investigar el paradero de los restos de Marcelo. A pesar de las trabas evidentes de la gestión que lo sucedió, el juez Alberto Costa Obregón inició una investigación seria para lograr respuestas sobre tan dramático tema.

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A fines de septiembre y a propuesta le la Confederación de Empresarios Privados, algunos partidos políticos y el vespertino “Ultima Hora”, el gobierno decidió convocar al parlamento elegido en 1980. Desde el punto de vista de 1a UDP la situación era paradójica, pues si por una parte era evidente que el congreso elegiría a Hernán Siles, por otra no era menos cierto que una eventual elección en ese momento le podía dar una cómoda mayoría absoluta que en ese congreso no tenía.

Guido Vildoso nació en Cochabamba en 1937. Se graduó en el colegio militar de ejército. Fue profesor en el colegio militar. Realizó estudios de especialización en Estados Unidos, Panamá y Brasil. Fue comandante de la escuela de comando y estado mayor de la VII división de ejército. En el gobierno Banzer fue ministro de Previsión Social y Salud Pública. Por decisión de las FF.AA. fue designado Presidente de la república cuando tenía 45 años. Entregó el mando al Presidente constitucional electo Hernán Siles. Tras dejar la presidencia se retiró a la vida privada.

En el único intento de tomar una acción correctiva ante el desmoronamiento de la economía, el gobierno decidió una medida monetaria que el país se había negado tradicionalmente a adoptar ante la debilidad del peso. Fue la “flotación” de nuestra moneda en relación al dólar, evitando así la devaluación fija y no flexible asumida en 1956, 1972 y 1979.

La caída de García Meza fue formalmente adornada como renuncia y dio lugar a una junta de gobierno integrada por los tres máximos comandantes de las FF.AA., Celso Torrelio Villa del ejército, Waldo Bernal Pereira de la aviación y Óscar Pammo Rodríguez de la Armada. Mientras Torrelio tuvo un ascenso fulgurante durante el gobierno dictatorial, los otros dos comandantes se mantuvieron en sus cargos como para demostrar que el poder garciamezista se mantenía intacto.

A pesar de que al principio casi toda las FEAA. apoyaron el golpe de estado, a medida que pasaban los meses el malestar interno se expresó con intensidad. Los excesos de este gobierno superaron incluso los criterios más “flexibles” que habían tenido determinados sectores de la fuerza armada del país en el pasado. Algunas normas básicas de convivencia interna y códigos elementales de honor fueron alterados por la dictadura que terminó siendo repudiada por la propia institución que la llevó al poder.

La década de los años ochenta marco un hecho de trascendencia histórica dramática y determinante para la realidad social, económica y moral del país; el crecimiento espectacular del narcotráfico como negocio de insospechada expansión.

El gobierno García Meza fue acusado y condenado en la corte suprema por varios negociados, entre otros el de los vidrios rayban de la piscina Olímpica de La Paz que fueron usados en casas particulares de algunos oficiales de alta graduación, la adquisición fraudulenta de maquinaria para YPFB, la compra sobrevaluada de carritos de agricultura de origen argentino y otros.