A fines de septiembre y a propuesta le la Confederación de Empresarios Privados, algunos partidos políticos y el vespertino “Ultima Hora”, el gobierno decidió convocar al parlamento elegido en 1980. Desde el punto de vista de 1a UDP la situación era paradójica, pues si por una parte era evidente que el congreso elegiría a Hernán Siles, por otra no era menos cierto que una eventual elección en ese momento le podía dar una cómoda mayoría absoluta que en ese congreso no tenía.
Nada más comenzar la legislatura de 1979 (la primera después de diez años), el líder del PS-1 Marcelo Quiroga Santa Cruz inició un juicio contra el ex-presidente Banzer tanto por delitos económicos como por violación de libertades esenciales de los bolivianos. En una exposición de casi doce horas Quiroga Santa Cruz ratificó sus brillantes condiciones como parlamentario y estableció una densa acusación contra lo que a su juicio no podía calificarse sino como una dictadura. La defensa del acusado insistió en que lo que se pretendía en realidad era juzgar a las Fuerzas Armadas y no a Banzer, generando una gran susceptibilidad militar que le daba argumentos a las FFAA. Proclives a un nuevo golpe de estado. La interrupción del proceso democrático provocó que el juicio fuese archivado primero y olvidado después. El reiterado éxito electoral de Banzer disminuyó notablemente las posibilidades de reavivar el mencionado juicio de responsabilidades. Años después, además, surgió el juicio de responsabilidades contra Garcia Meza que haría historia, contra un personaje mucho menos defendible que Banzer cuyo gobierno tuvo elementos positivos y cuyos votos lo redimieron de cara a los ciudadanos.