A fines de septiembre y a propuesta le la Confederación de Empresarios Privados, algunos partidos políticos y el vespertino “Ultima Hora”, el gobierno decidió convocar al parlamento elegido en 1980. Desde el punto de vista de 1a UDP la situación era paradójica, pues si por una parte era evidente que el congreso elegiría a Hernán Siles, por otra no era menos cierto que una eventual elección en ese momento le podía dar una cómoda mayoría absoluta que en ese congreso no tenía.
A los pocos días de ascender al mando la Presidenta tuvo que enfrentarse al grupo “duro” de las FF.AA. encabezado por Luis García Meza quien exigió la destitución del comandante del ejército Gral. Rocha. Tras tres días de acuartelamiento, el gobierno cedió a las presiones. En los hechos fue un mini-golpe que demostró quien detentaba realmente el poder. García Meza, violando las propias leyes militares, volvió a ocupar el cargo de comandante del ejército que había detentado en el golpe de 1979. El nombramiento se produjo el 18 de abril.
En mayo el jefe de seguridad de la guardia presidencial Tte. Cnl. Terrazas intentó agredir a la Presidenta en la propia residencia presidencial. La prepotencia había llegado a oficiales de menor rango que desafiaban así el poder civil que en los hechos estaba secuestrado por las armas de las FF.AA. a cuyos mandos habían llegado jefes sin el menor pudor y el menor interés por respetar la constitución.
Durante todo el gobierno constitucional el Gral. García Meza amenazó al proceso, a los viejos líderes políticos, a la izquierda y a sus cabezas más prestigiosas como Marcelo Quiroga a quien amenazó públicamente.