Al terminar la conquista sólo existía la clase de los vencedores, o sea los hidalgos, soldados y encomenderos y la de los vencidos, o sea el pueblo indígena. Pronto, por táctica y aun por conveniencia, los españoles reconocieron a las antiguas autoridades incaicas y aimaras dándoles los mismos privilegios que tenían los españoles nobles. Así subsistieron bajo la tutela española los incas principales, los caciques regionales, los mandones etc.; todos ellos eran objeto de atenciones y se les rendía homenaje al igual que a los españoles.
Se dice que Cristobal Colón para realizar su intento de llegar a las Indias por mar, acudió a los gobiernos de Génova, Portugal e Inglaterra, pero estos lo consideraron como una locura. Se casó con la hija de un tal Perestrello que llegó a ser gobernador de las islas Madera. es posible que Colón llegara a poseer una carta de Toscanelli de 1474, gracias a las relaciones que consiguió por intermedio de su esposa.
Muerta su esposa y rechazados sus proyectos por elrey de Portugal, aparece con su hijo Diego en la escena española de la penultima década del siglo XV. Colón, o Colomo, estaba seguro de la existencia de islas al otro lado del océano. Los historiadores no se han puesto aún de acuerdo a "como llegó a abrigar esta seguridad". Los documentos enunciados antes, y algunos mapas en que figuraban islas desconocidas, junto a las tradiciones de los descubrimientos escandinavos y relatos de algún marino que por casualidad llegó a costas lejanas, producen en Colón tal seguridad, que no abandona la idea ni aún en las más difíciles circunstancias.
Convencido de la realidad de sus ideas, y para realizar la expedición que pudiera llevarlo a lo que se denominaba "el camino del occidente", necesitaría alguién que patrocinara su viaje. Los monarcas Fernando V de Aragón e Isabel I de Castilla, aceptaron y firmaron capitulaciones en las que Colón quedó como Almirante de los mares y tierras a descubrirse, además sería nombrado gobernador y virrey de las tierras, teniendo un décimo de las riquezas que allí se obtuvieran. Por su parte Cristobal Colón se obligaba a contribuir con el octavo del precio y gastos de la expedición.