Solsticio
El término Solsticio viene del latín sostitium, que significa “sol quieto”. Astronómicamente describe la inclinación de la Tierra respecto a la posición del Sol. Es por esto que en el hemisferio sur: los Tiwanacotas, Incas, Mapuches y otros pueblos originarios, acostumbran realizar rituales y ofrendas que lo marcan como el inicio de otra etapa. Del mismo modo pueblos como los celtas, chinos, coreanos, y otros se realizan sus celebraciones en parte del hemisferio norte.
Solsticio en los Andes
En el movimiento de nuestro planeta Tierra, los días de verano suelen ser más largos y los de invierno más cortos. Esto es notorio por la inclinación de la Tierra sobre su propio eje. Lo que explica que los solsticios son los días en que la inclinación de la Tierra alcanza su punto máximo produciéndose: el día más largo (solsticio de verano en ambos hemisferios) o la noche más larga (solsticio de invierno, que al sur sucede en el mes de junio).
Por la variación anual, el Solsticio de Invierno se produce entre el 20 y 23 de diciembre en el Hemisferio Norte y entre el 20 y 23 de junio en el Hemisferio Sur.
El solsticio de verano es el día con más luz solar del año, y por tanto el día más largo. Desde este suceso cada día es más largo, hasta que en el solsticio de invierno llega el día más corto y la noche más larga.
De esta forma, en los equinoccios de primavera y de otoño el día y la noche son iguales y ninguno es más corto o largo.
Los equinoccios
Los equinoccios, son la transición a la primavera y al otoño. En tanto que los solsticios son el paso al invierno y el de verano.
En el hemisferio sur, el solsticio de inverno ocurre en el mes de junio y el de verano en diciembre. El invierno se extiende del solsticio de junio hasta el equinoccio de septiembre, que marca el inicio de la primavera. Por otra parte, el verano comienza en el solsticio de diciembre y se extiende hasta fines de marzo, cuando el otro equinoccio indica el comienzo de la estación otoñal.
En el hemisferio norte sucede lo contrario. Con el solsticio de junio comienza el verano y dura hasta el equinoccio de otoño, en septiembre; mientras que con el solsticio de diciembre comienza el invierno, que se extiende hasta marzo, cuando el otro equinoccio anuncia la llegada de la primavera.
Willkakuti
El willkakuti o “Regreso del Sol”, es el evento astronómico que marca el ahora conocido como Año Nuevo Andino Amazónico.
En nuestro país esta celebración comenzó a tener importancia en los años 80’s del siglo pasado, gracias a algunos grupos de personas que recuperaron la tradición.
El recordatorio de esta fecha corresponde al inicio del invierno y a renovar las aspiraciones personales, ya que la altura y el movimiento del sol llegan a su máxima expresión y significación en los Andes y el Hemisferio Sur.
Para recuperar y fortalecer las costumbres ancestrales, el Gobierno boliviano declaró el año 2009, feriado inamovible al 21 de junio de cada año, con suspensión de actividades públicas y privadas, en todo el territorio nacional. Es así que el 21 de junio de todos los años, se celebran el Willkakuti en la zona andina y Yasitata Guasú en las tierras bajas de Bolivia, considerando el inicio del Nuevo Ciclo o Año Nuevo, festejando la fusión de la tierra y la energía, que da paso a la procreación de la vida y el tiempo que permiten que se renueve la naturaleza.
El decreto gubernamental también establece, la existencia de lugares sagrados para la ritualidad como lo son: Tiahuanaco, Konko, Wankane, Chiripa, Charazani, Copacabana, Pasto Grande, Yaco, la ciudad de El Alto, la Plaza del Hombre Americano en la ciudad de La Paz y la zona de Ánimas; Inkallajta en Cochabamba; Pampa Aullagas y Cerro Koricancha en Oruro; Samaipata en Santa Cruz; y San Lucas en Chuquisaca.
La celebración
Desde el 22 de junio se cuenta 364 días repartidos en 13 meses, cada uno de 28 días. El 21 de junio es el 365 y está dedicada a la celebración, además de que es el inicio del invierno en el hemisferio sur.
La referencia astronómica es entendida como fuente de energía y renovación espiritual. Asimismo, es el inicio a un nuevo ciclo agrícola en el calendario lunisolar, regido por las fases de la Luna y el recorrido de la Tierra alrededor del Sol.
El 21, las personas se concentran en los lugares sagrados, por ejemplo, el Templo de Kalasasaya en Tiwanaku, donde se realiza ofrendas y se recibe al nuevo Sol con los brazos extendidos y las palmas abiertas hacia él para recibir la energía.
La ceremonia principal en cada lugar es cumplida por las autoridades más importantes. Desde la noche se despide al viejo Sol hasta que llega el nuevo con danzas, música y quema de mesas de sahumerio, que cuentan con productos agrícolas, lana de colores y dulces en forma de objetos necesarios para la vida.
Basada en la reciente reconstrucción del Machaq Mara y en la tradición oral que se mantiene, en especial, en la región de Tiwanaku, la fecha ha logrado una significación trascendental en la identidad de los pueblos indígenas, en su conocimiento astronómico y de manejo del tiempo, en cuanto a ciclos productivos para la agricultura y la fertilidad en la ganadería.
En la actualidad, la fecha de celebración del nuevo Sol se encuentra dividida en cuatro partes fundamentales, además de otras que son particulares de las comunidades y zonas donde son los ritos.
El Mara ch'uku es el día completo de transición entre el año viejo y el nuevo.
El Mara T'aqa es el momento de dar y recibir energía espiritual o en especie.
El Willkakuti es el periodo específico de despedida y nacimiento del Sol.
Sillq’staña corresponde al instante del renacer del sol, lo que transforma en una nueva etapa para la actitud personal.
Hoy, el regreso del Sol está considerado como una las manifestaciones culturales que reivindica a los pueblos originarios.
Según otras interpretaciones del movimiento planetario, el Sol se alinea entra el 21 y 23 de junio con la constelación de Orión, lo que, en el pensamiento esotérico y cosmogónico, es decir, de las ideas locales sobre el origen del universo, se trata de un periodo fundamental para Invocar el regreso del Tata Willka (el propio Sol).
Es por eso que, en las ceremonias, hasta la llegada del amanecer, se quema ofrendas con los elementos que representan deseos y peticiones a la Pachamama (Madre Tierra), de quien también se espera buenos augurios y protección.
Fiesta del Inti Raymi
La fiesta del Inti Raymi es la fiesta del dios Sol de los Incas. Esta fiesta era el equivalente a la fiesta actual de Año Nuevo y fue instituida por el gobierno del Inca Pachacútec, el año 1430 d.C., como parte de la reorganización político administrativa del Estado Inca y legitimación del control imperial sobre los pueblos sometidos al mismo. Al evento que duraba 15 días, asistía toda la población, entre nobles curacas del imperio y ciudadanos, exponiendo sus mejores galas.
La fiesta trascendió hasta regiones ecuatorianas. En las provincias del norte del Ecuador, se celebra esta fiesta por varios días. Los puntos más importantes de conmemoración son las poblaciones como Otavalo, Peguche, Cotacachi, entre otras de la zona de Imbabura, además de Cayambe y Zuleta, al norte de Quito, provincia Pichincha. En la celebración se realizan: representación del Aya Uma (el líder espiritual protector de la naturaleza y administrador de la energía de las montañas); rituales, música y danzas a las que se suman la población con la “toma” de la plaza principal de la población.