Ignacio Warnes y su actuación en Santa Cruz. El General Aguilera

Nacido en Buenos Aires, Warnes llega a Santa Cruz de la Sierra nombrado gobernador por Manuel Belgrano, jefe del segundo ejército auxiliar. En vista del acoso realista conforma un ejército al cual integra a cuantos deseaban luchar por la causa de la patria, incluyendo mestizos y mulatos, decretando la libertad para todo esclavo que se enrolara en su tropa. Había luchado junto a Álvarez de Arenales en la Florida, obteniendo la victoria y el control de Santa Cruz por las tropas patriotas.

Cuando Buenos Aires decide nombrar un nuevo gobernador en la persona de Santiago de la Carrera, Warnes se retira para continuar luchando por la independencia en la región de Chiquitos. Carrera muere en una revuelta y Warnes asume nuevamente el mando en la región que había quedado completamente aislada, pues desde 1816 Aguilera controlaba toda la zona, desde Mizque hasta Vallegrande, el paso hacia la zona occidental donde había concentrado sus tropas. Ambos ejércitos se enfrentaron en Pari, Aguilera con 1.200 hombres y Warnes con 1.000, resultando vencedor el coronel Francisco Xavier de Aguilera después de una sangrienta batalla.

Aguilera había nacido en Santa Cruz y a través de su carrera se mantuvo fiel al rey. El historiador Sanabria nos da un juicio sobre este militar, juicio que nos hace reflexionar acerca de la actitud de los hombres a quienes les tocó actuar en la "guerra de independencia". Sanabria nos dic: "Aguilera, el injustamente execrado, no era hombre vulgar, ni un tirano sombrío... Hombre de alcances nada comunes, ideas firmes y corrección intachable en sus actos, púsose al servicio del rey cuando empezaba la guerra, del mismo modo que muchos otros altoperuanos... Pero en tanto que éstos mudaban de ideas y cambiaban de partido, según se presentasen las incidencias de la lucha, él perseveró firme..."

Es evidente que los nacidos en Charcas tuvieron que presenciar muchas atrocidades, ver su tierra apetecida y controlada por extraños, recibir ideas nuevas que presentaban un fuerte contraste con los valores aprendidos en la niñez y la juventud. Todo esto provocó graves indecisiones y el deseo, al fin de la contienda, de permanecer en la patria pese a todas las mutaciones, que unos eligieron libremente y otros tuvieron que admitir a fin de no desarraigarse. Los menos, como Aguilera y Cañete Domínguez, se mantuvieron firmes en sus ideas, pagando con el exilio o su vida el precio de la derrota.

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La actividad de Bolívar en Bolivia se redujo a establecer, mediante leyes, las bases legales de la nueva nación, correspondiendo a Sucre la tarea de reactivar la economía y de sostener una política de reformas revolucionarias que significaban un cambio sustancial en todos los estratos de la sociedad. Para lograr este objetivo Sucre necesitaba rodearse de hombres capaces y de su entera confianza, además debían estar acordes ideológicamente con el sistema republicano.

Nació en la ciudad venezolana de Cumaná, era hijo de Vicente Sucre y Urbaneja y de María Manuela de Alcalá. A los 15 años fue a Caracas a estudiar ingeniería militar. Allí se ve envuelto en la revolución y muy pronto actúa junto a Bolívar, acompañándolo cuando éste va a la Nueva Granada (actual Colombia), involucrados ambos en la tarea libertaria. Venció en Pichincha (Ecuador) y Ayacucho (Perú), batallas que fueron definitivas para la consolidación de las nuevas naciones americanas. Fue presidente de Bolivia (1826-1828).

El 26 de mayo de 1826 e1 congreso encargó el mando de la nación al general Sucre, quien lo venía ejerciendo por delegación de Bolívar, En junio llegó la disposición del congreso peruano aceptando la independencia de Bolivia y la constitución vitalicia fue aprobada, con muy pocas modificaciones, en noviembre de 1826. Las modificaciones se referían a la religión. De acuerdo a la tradición y a los sentimientos de la mayoría, se adoptó para la república la religión católica con exclusión del culto público para cualquier otra.

En agosto de 1825 Bolívar había cruzado el Desaguadero, las poblaciones en masa salían a recibirlo. El Libertador se dirigió a La Paz y de allí a Potosí donde cumplió su promesa de subir al cerro para enarbolar en él la bandera de la libertad. Así recordaba la promesa hecha en el monte Aventino de Roma de libertar América.

El día 10 de agosto de 1825, después de firmada el Acta de Independencia, el congreso aprobó una ley de reconocimiento a los generales Bolívar y Sucre. En homenaje al Libertador el nuevo estado llevaría el nombre de “República de Bolívar” y su capital (hasta entonces llamada La Plata) recibiría el nombre de Sucre; el poder supremo correspondería a Bolívar, en tanto permaneciera en el país, con el nombre de “Protector”. Se ordenaba levantar estatuas ecuestres en todas las capitales de departamento y la colocación de sus retratos en tribunales, cabildos y casas de enseñanza.

De acuerdo a lo establecido por Sucre se eligieron los representantes para la asamblea que tuvo lugar en Chuquisaca al 10 de julio de 1825; ésta fue presidida por el chuquisaqueño José Mariano Serrano que se había destacado en el congreso de Tucumán de 1816. El presbítero José María Mendizábal, natural de Jujuy, fue elegido vicepresidente.

Casimiro Olañeta llegó al Desaguadero el 3 de febrero de 1825 donde ya estaba el mariscal Antonio José de Sucre, procedente de Cuzco. Ambos cabalgaron lado a lado rumbo a la ciudad de La Paz donde, el 9 de febrero, se promulgó el decreto en el que se basó la independencia de Bolivia. La parte considerativa del decreto dice:

Que al pasar el Desaguadero el Ejército Libertador ha tenido el solo objeto de redimir las provincias del Alto Perú de la opresión española y dejarla en posesión de sus derechos.