La situación de la Audiencia de Charcas

Con la subida al trono del rey Carlos III se llevaron a cabo grandes reformas en América, las cuales se mantuvieron durante el reinado de Carlos IV y fueron impulsadas por hombres formados en el espíritu de la ilustración. Algunos de esos personajes, que son exponentes del cambio que se estaba operando en América, les cupo presenciar los albores de la independencia, tal el caso de Villaba , Cañete y Moxó, sobre todo los dos últimos que se vieron envueltos en los acontecimientos.

La Audiencia de Charcas, que perteneció al Virreinato del Perú hasta el año de 1776 en que se fundó el Virreinato de Buenos Aires, pasó a formar parte de la nueva jurisdicción en su integridad, incluyendo sus cuatro intendencias: La Paz, Potosí, Chuquisaca y Santa Cruz, esta última comprendía parte de Cochabamba, más las gobernaciones de Moxos y Chiquitos las que se erigieron como tales el año de 1777, después de la expulsión de los jesuitas. Las gobernaciones de Moxos y Chiquitos dependían de la audiencia de Charcas en lo político administrativo y de Santa Cruz de la Sierra en lo militar. Todas estas reformas tuvieron lugar durante el reinado de Carlos III (1759-1778).

El 3 de agosto de 1810, en plena guerra de la independencia, la Audiencia de Charcas volvió a la jurisdicción del Virreinato del Perú, siendo virrey José de Abascal. La ya declarada independencia de las provincias del Plata y las necesidades militares de un momento tan conflictivo como aquél fueron las causales inmediatas de esta transferencia, la cual afirmó la unidad y autonomía de Charcas que no se consideró ligada a ninguno de los dos virreinatos, ni al peruano ni al rioplatense.

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La actividad de Bolívar en Bolivia se redujo a establecer, mediante leyes, las bases legales de la nueva nación, correspondiendo a Sucre la tarea de reactivar la economía y de sostener una política de reformas revolucionarias que significaban un cambio sustancial en todos los estratos de la sociedad. Para lograr este objetivo Sucre necesitaba rodearse de hombres capaces y de su entera confianza, además debían estar acordes ideológicamente con el sistema republicano.

Nació en la ciudad venezolana de Cumaná, era hijo de Vicente Sucre y Urbaneja y de María Manuela de Alcalá. A los 15 años fue a Caracas a estudiar ingeniería militar. Allí se ve envuelto en la revolución y muy pronto actúa junto a Bolívar, acompañándolo cuando éste va a la Nueva Granada (actual Colombia), involucrados ambos en la tarea libertaria. Venció en Pichincha (Ecuador) y Ayacucho (Perú), batallas que fueron definitivas para la consolidación de las nuevas naciones americanas. Fue presidente de Bolivia (1826-1828).

El 26 de mayo de 1826 e1 congreso encargó el mando de la nación al general Sucre, quien lo venía ejerciendo por delegación de Bolívar, En junio llegó la disposición del congreso peruano aceptando la independencia de Bolivia y la constitución vitalicia fue aprobada, con muy pocas modificaciones, en noviembre de 1826. Las modificaciones se referían a la religión. De acuerdo a la tradición y a los sentimientos de la mayoría, se adoptó para la república la religión católica con exclusión del culto público para cualquier otra.

En agosto de 1825 Bolívar había cruzado el Desaguadero, las poblaciones en masa salían a recibirlo. El Libertador se dirigió a La Paz y de allí a Potosí donde cumplió su promesa de subir al cerro para enarbolar en él la bandera de la libertad. Así recordaba la promesa hecha en el monte Aventino de Roma de libertar América.

El día 10 de agosto de 1825, después de firmada el Acta de Independencia, el congreso aprobó una ley de reconocimiento a los generales Bolívar y Sucre. En homenaje al Libertador el nuevo estado llevaría el nombre de “República de Bolívar” y su capital (hasta entonces llamada La Plata) recibiría el nombre de Sucre; el poder supremo correspondería a Bolívar, en tanto permaneciera en el país, con el nombre de “Protector”. Se ordenaba levantar estatuas ecuestres en todas las capitales de departamento y la colocación de sus retratos en tribunales, cabildos y casas de enseñanza.

De acuerdo a lo establecido por Sucre se eligieron los representantes para la asamblea que tuvo lugar en Chuquisaca al 10 de julio de 1825; ésta fue presidida por el chuquisaqueño José Mariano Serrano que se había destacado en el congreso de Tucumán de 1816. El presbítero José María Mendizábal, natural de Jujuy, fue elegido vicepresidente.

Casimiro Olañeta llegó al Desaguadero el 3 de febrero de 1825 donde ya estaba el mariscal Antonio José de Sucre, procedente de Cuzco. Ambos cabalgaron lado a lado rumbo a la ciudad de La Paz donde, el 9 de febrero, se promulgó el decreto en el que se basó la independencia de Bolivia. La parte considerativa del decreto dice:

Que al pasar el Desaguadero el Ejército Libertador ha tenido el solo objeto de redimir las provincias del Alto Perú de la opresión española y dejarla en posesión de sus derechos.