La actividad de Bolívar en Bolivia se redujo a establecer, mediante leyes, las bases legales de la nueva nación, correspondiendo a Sucre la tarea de reactivar la economía y de sostener una política de reformas revolucionarias que significaban un cambio sustancial en todos los estratos de la sociedad. Para lograr este objetivo Sucre necesitaba rodearse de hombres capaces y de su entera confianza, además debían estar acordes ideológicamente con el sistema republicano.
En julio de 1810 partía de Buenos Aires con destino al Alto Perú un ejército de 1.200 hombres comandado por Antonio González Balcarce, el cual llevaba al abogado Juan José Castelli como adjunto político. Integró también esta expedición Bernardo Monteagudo. En su camino hacia Charcas le salió al encuentro el ex-virrey Liniers, defensor de Buenos Aires cuando las invasiones inglesas, le acompañaba un grupo de simpatizantes de la causa realista. Fueron derrotados y Castelli ordenó el fusilamiento de Liniers. En vista de estos hechos Nieto, presidente de la audiencia, decidió pedir ayuda a Abascal, virrey del Perú, quien decide incluir nuevamente a Charcas en la jurisdicción peruana y enviar a Goyeneche para ayudar a los realistas.
El ejército auxiliar siguió avanzando desde Córdoba hacia el norte, y tuvo en Suipacha un enfrentamiento con las tropas realistas comandadas por el general Córdova, las que fueron totalmente derrotadas. Nieto y Córdova se retiran a Potosí donde los esperaba el intendente Paula Sanz. Pero Potosí también se levanta y depone a las autoridades, poniendo en prisión a Nieto, Córdova y Paula Sanz. Al entrar el ejército auxiliar, Castelli ordena el fusilamiento de los tres prisioneros; hecho que repercutió desfavorablemente en la población, sobre todo porque Castelli debía su carrera a la ayuda que había recibido del intendente Paula Sanz cuando era joven. Por otra parte los soldados del ejército auxiliar cometieron gran cantidad de atropellos en la ciudad ante los vecinos que estaban sorprendidos y temerosos por semejante actitud, totalmente injustificada.
Castelli nombró a Juan Martín de Pueyrredón, presidente de la Audiencia y quién al llegar a Chuquisaca dispuso que hubiera un diputado indio por cada provincia.
El 3 de abril Castelli entra en Oruro. El general Juan Ramírez, comisionado por Goyeneche, al conocer la situación envía al coronel Piérola para enfrentar a los insurgentes que contaban con refuerzos provenientes de Cochabamba comandados por Arze y Rivero. La batalla entre Piérola y Arze tuvo lugar en Aroma, cerca de Sicasica, donde los patriotas obtuvieron la victoria. De allí se dirigieron a La Paz, plaza que había sido abandonada por Ramírez.
Después de esta victoria de los cochabambinos Castelli instaló su cuartel general en Laja, donde reinaba un sentimiento antirreligioso y disipado. Goyeneche, a su vez, había instalado el centro de operaciones de su ejército en el pueblo de Zepita. Se iniciaron negociaciones por ambas partes sin resultado alguno y en junio de 1811 tuvo lugar el enfrentamiento con la victoria de las tropas de Goyeneche. El ejército auxiliar derrotado, tomó la retirada rumbo al sur. Castelli se dirigió a Chuquisaca para reunirse con Pueyrredón y de allí partieron a Potosí donde se cometieron los mayores atropellos. Pueyrredón había pedido a las autoridades potosinas 400 muías con las que pensaba llevarse la plata de la Casa de la Moneda, cosa que realizó la noche del 27 de agosto de 1811. Al amanecer la población, percatada del hecho, salió en persecución de los auxiliares sin resultado alguno.