La actividad de Bolívar en Bolivia se redujo a establecer, mediante leyes, las bases legales de la nueva nación, correspondiendo a Sucre la tarea de reactivar la economía y de sostener una política de reformas revolucionarias que significaban un cambio sustancial en todos los estratos de la sociedad. Para lograr este objetivo Sucre necesitaba rodearse de hombres capaces y de su entera confianza, además debían estar acordes ideológicamente con el sistema republicano.
Antes de la batalla de guaqui, cuando Castelli se aproximaba a Oruro, el cacique del pueblo de Toledo (Oruro) encabeza un levantamiento indígena que había estado latente desde los sucesos de 1780 y el cual fue alentado por Juan Manuel Cáceres que escapó de las muertes ordenadas por Goyeneche después del levantamiento de La Paz. Cáceres había sido secretario de la Junta Tuitiva.
El presidente Nieto pide ayuda a Cochabamba, desde donde envían a Francisco del Ribero, Esteban Arze y Melchor Guzmán, quienes después de ver apaciguado el levantamiento de Oruro, retornan a Cochabamba negando, desde aquel momento, su ayuda al presidente Nieto y a la causa realista. En Cochabamba, el 14 de septiembre de 1810 Ribero proclama la causa de la independencia; se forma una junta de guerra y se llama a cabildo abierto el cual declara su adhesión al gobierno de Buenos Aires.
Santa Cruz también llama a cabildo abierto el 24 de septiembre de 1810 y se forma una junta integrada por el presbítero Salvatierra y el doctor Vicente Seoane. Algo más tarde, Tarija proclama su adhesión a la junta de Buenos Aires. En Oruro se levanta Tomás Barrón que recibe ayuda desde Cochabamba con un ejército comandado por Esteban Arze; Oruro estaba entre Potosí y La Paz, ambos centros ocupados por los realistas, por lo que tenía gran importancia estratégica.