Los esposos Padilla

Manuel Ascencio Padilla tenía sus tropas en la región de La Laguna, Tomina y El Villar, en el actual departamento de Chuquisaca. Había nacido en Chayanta el año de 1774 perteneciéndole, por herencia, varias fincas de la región. Su padre lo envió a estudiar a Chuquisaca y allí trabó amistad con algunos de los que serían destacados revolucionarios, como Bernardo Monteagudo y Mariano Moreno. Allí también conoció a Juana Azurduy a quien haría su esposa el año de 1805. En 1810, a la llegada de Castelli a la ciudad de La Plata, ayudó al ejército Auxiliar con alimentos y cabalgaduras. Apartado por Balcarce de los altos puestos del ejército argentino, Padilla empezó a actuar independientemente con el apoyo de un buen grupo de indígenas quechuas, más varios mestizos y algunos criollos. Su acción fue tan efectiva que los españoles se empeñaron en destruirlo para alejar el peligro patriota de la región de Chuquisaca. Padilla tenía ideas autonomistas muy claras pues cuando le escribe a Rondeau le dice “aborrecemos la dominación extranjera, queremos el bien de nuestra Nación, nuestra independencia...”.

En 1816 Padilla había dejado un destacamento en Tarabuco conformado mayormente por indígenas, los cuales vencieron al batallón realista de “Los Verdes” comandado por Herrera, dando muerte a la mayoría de los combatientes y fusilando a sus jefes. En septiembre de ese año fue enviado el general cruceño Francisco Xavier de Aguilera para desbaratar a los guerrilleros de Padilla. El enfrentamiento tuvo lugar en La Laguna y el triunfo fue de Aguilera. Padilla, junto con su esposa y su capellán, lograron huir, pero fue alcanzado por Aguilera quien le dio muerte.

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La actividad de Bolívar en Bolivia se redujo a establecer, mediante leyes, las bases legales de la nueva nación, correspondiendo a Sucre la tarea de reactivar la economía y de sostener una política de reformas revolucionarias que significaban un cambio sustancial en todos los estratos de la sociedad. Para lograr este objetivo Sucre necesitaba rodearse de hombres capaces y de su entera confianza, además debían estar acordes ideológicamente con el sistema republicano.

Nació en la ciudad venezolana de Cumaná, era hijo de Vicente Sucre y Urbaneja y de María Manuela de Alcalá. A los 15 años fue a Caracas a estudiar ingeniería militar. Allí se ve envuelto en la revolución y muy pronto actúa junto a Bolívar, acompañándolo cuando éste va a la Nueva Granada (actual Colombia), involucrados ambos en la tarea libertaria. Venció en Pichincha (Ecuador) y Ayacucho (Perú), batallas que fueron definitivas para la consolidación de las nuevas naciones americanas. Fue presidente de Bolivia (1826-1828).

El 26 de mayo de 1826 e1 congreso encargó el mando de la nación al general Sucre, quien lo venía ejerciendo por delegación de Bolívar, En junio llegó la disposición del congreso peruano aceptando la independencia de Bolivia y la constitución vitalicia fue aprobada, con muy pocas modificaciones, en noviembre de 1826. Las modificaciones se referían a la religión. De acuerdo a la tradición y a los sentimientos de la mayoría, se adoptó para la república la religión católica con exclusión del culto público para cualquier otra.

En agosto de 1825 Bolívar había cruzado el Desaguadero, las poblaciones en masa salían a recibirlo. El Libertador se dirigió a La Paz y de allí a Potosí donde cumplió su promesa de subir al cerro para enarbolar en él la bandera de la libertad. Así recordaba la promesa hecha en el monte Aventino de Roma de libertar América.

El día 10 de agosto de 1825, después de firmada el Acta de Independencia, el congreso aprobó una ley de reconocimiento a los generales Bolívar y Sucre. En homenaje al Libertador el nuevo estado llevaría el nombre de “República de Bolívar” y su capital (hasta entonces llamada La Plata) recibiría el nombre de Sucre; el poder supremo correspondería a Bolívar, en tanto permaneciera en el país, con el nombre de “Protector”. Se ordenaba levantar estatuas ecuestres en todas las capitales de departamento y la colocación de sus retratos en tribunales, cabildos y casas de enseñanza.

De acuerdo a lo establecido por Sucre se eligieron los representantes para la asamblea que tuvo lugar en Chuquisaca al 10 de julio de 1825; ésta fue presidida por el chuquisaqueño José Mariano Serrano que se había destacado en el congreso de Tucumán de 1816. El presbítero José María Mendizábal, natural de Jujuy, fue elegido vicepresidente.

Casimiro Olañeta llegó al Desaguadero el 3 de febrero de 1825 donde ya estaba el mariscal Antonio José de Sucre, procedente de Cuzco. Ambos cabalgaron lado a lado rumbo a la ciudad de La Paz donde, el 9 de febrero, se promulgó el decreto en el que se basó la independencia de Bolivia. La parte considerativa del decreto dice:

Que al pasar el Desaguadero el Ejército Libertador ha tenido el solo objeto de redimir las provincias del Alto Perú de la opresión española y dejarla en posesión de sus derechos.