Jaime Mendoza (1874-1939)

Nació en Sucre el 25 de julio de 1874- Se graduó como médico en la universidad de San Francisco Xavier en 1901. Ejerció su profesión en Uncía y Llallagua, donde fue fuertemente tocado por la realidad de la vida de los mineros. Allí escribió sus primeras obras. Fundó escuelas y hospitales en los centros mineros. Luchó en la guerra del Acre (1903) y allí también recogió material para su obra literaria. En 1906 conoció en Chile a Rene Moreno. Entre 1911 y 1914 estuvo en Europa. Fue profesor universitario en Sucre. En 1925 fue nombrado director del manicomio Pacheco. En 1931 fue elegido senador y desde allí buscó una solución pacífica al problema del Chaco. Murió en Sucre el 26 de enero de 1939.

Su obra clásica es la novela En las Tierras del Potosí (1911) que inaugura el naturalismo y la novelística minera boliviana. Descarnado retrato de las condiciones de los mineros de principios de siglo, la deshumanización de su vida, la sobreexplotación y el alcoholismo. Es una crítica al liberalismo individualista a ultranza de esos años. Escribió también Páginas Bárbaras (1914), sobre el trópico del norte, la siringa y el drama de los gomeros. Los Malos Pensamientos (1916), Gregorio Pacheco (1924), Bolivia y el Paraguay (1933), El Macizo Boliviano (1935) y El Lago Enigmático (1936).

Si alguna novela debe destacarse como central en la primera mitad del siglo XX es Ra^a de Bronce (1919) de Alcides Arguedas, que inaugura el indigenismo en Bolivia y es probablemente la obra más característica del género en América. A diferencia de su tesis sociológica Pueblo Enfermo, Arguedas hace un notable retrato del indígena aimara y de los llamados hoy pisos ecológicos, con descripciones paisajistas de un modernismo electrizante. Raza de Bronce ' es un verdadero acercamiento (desde la óptica occidental) al indio boliviano y a su situación, destacando sus valores y su cultura y reflejando la explotación de los terratenientes y el drama de los levantamientos tan frecuente en esos años.

En la novela de provincias, sin llegar al costumbrismo cerrado, Armando Chirveches escribió dos obras notables, la más importante, La Candidatura de Rojas (1908), es el mejor retrato político de la sociedad boliviana, los procesos electorales, el sistema de corrupción y prebendalismo y la relación del poder regional de los pequeños caudillos de aldea; una verdadera joya. Otra de sus obras destacadas es la Casa Solariega, (1916), en el mismo tono ambiental, pero más intimista, en la que son temas principales el amor, la moral y la fe.

Adolfo Costa Du Rels encontró una veta excepcional; las minas a través de la vida de los inmigrantes aventureros y cazafortunas, La Miskkícisimi, uno de los cuentos de su libro El Embrujo del Oro (1930), uno de los más importantes de la cuentística nacional, no sólo por su maestría narrativa, sino por el emblemático personaje de la seductora Miskkisimi.

En la novela costumbrista el maestro es Carlos Medinacelli, agudo ensayista y crítico de la sociedad que le tocó vivir; Medinacelli escribió La Chaskañawi (1947), notable reflejo del proceso de encholamiento de un hombre de la clase media, las taras de la sociedad del momento y la realidad de dos mundos que se miraban por encima y se tocaban por debajo de la superficie de la tolerancia social. En la misma línea está La Niña de sus Ojos (1948) de Antonio Díaz Villamil, aunque con menos calidad.

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De entre los deportes que se han practicado en Bolivia, el fútbol es el que ha contado con mayor repercusión, no sólo por su práctica, sino por el impacto social que ha tenido como deporte-espectáculo. En la actualidad es un fenómeno social de primera importancia que influye en la vida colectiva en el mundo entero, forma parte integral de la actividad económica, social y aun política de cualquier sociedad.

El cine llegó a Bolivia el 27 de Junio de 1897 y la primera película boliviana se filmó en 1904, de autor desconocido. A partir de 1912 trabajan dos pioneros bolivianos, Luis G. Castillo y Goytisólo en decenas de cortometrajes y films a contrato. A pesar de la precariedad de medios, el cine boliviano de la época silente demostró una calidad y un sentido de la construcción narrativa que es admirable dadas las condiciones técnicas en las que trabajaba. En la década de los años veinte se produjeron los primeros largomet rajes bolivianos.

Villanueva es, sin duda, el arquitecto más destacado de Bolivia en la primera mitad del siglo XX. No sólo por su obra arquitectónica, sino porque es el padre del urbanismo contemporáneo y el creador de la primera facultad de arquitectura del país en la universidad de La Paz. Estilísticamente Villanueva pasó por el academicismo ortodoxo, la búsqueda de una arquitectura nacional y la adscripción final al racionalismo.

La fuerte influencia del neoclasicismo que dominó la arquitectura boliviana de la primera etapa del siglo XIX, es sustituida por una tendencia ecléctica y academicista que tiene su expresión en importantes edificios públicos y privados de la capital de la República, a cuyo urbanismo contribuyeron a impulsar los gobiernos conservadores. Obras como La Rotonda encargada por Belzu o el Banco Nacional de Antonio Camponovo y el Banco Argandoña de Eduardo Doynel, son ejemplos excepcionales de inspiración europea (palacios florentinos y arquitectura francesa).

La plástica boliviana del siglo XIX, influida todavía por el barroco tardío y el neoclasicismo, pasó a fines del siglo al eclecticismo. Los pintores bolivianos no recibieron la influencia de los ismos que revolucionaron la pintura europea, sino hasta fines Je los años cuarenta. Los artistas más destacados de ese momento (1880-1920) fueron José García Mesa, autor de algunas obras de inspiración francesa (Ingres), paisaje urbano y obras épicas (La Muerte de Murillo). Ángel Dávalos fue autor de naturalezas muertas y retratista expresivo.

El impulso dado por el ministerio de Educación a este arte a partir de 1936, hizo posible la creación de la orquesta sinfónica nacional que, primero bajo la dirección del alemán Eric Eisner y luego con invitados como José María Velasco Maidana y otros, formó un cuerpo relativamente idóneo de músicos en La Paz.

Nació en Santa Cruz el 27 de junio cíe 1838. Flores fue ejemplo del periodismo combativo en la época conservadora. Fundó "El Imparcial" de La Paz, periódico que sufrió los avatares de la política intolerante de la época. Fue abogado de profesión, profesor universitario y renombrado masón. Representó a Bolivia en funciones diplomáticas. Flores es un símbolo de la defensa intransigente de la libertad de expresión. Hombre valiente y notable polemista, influyó fuertemente en la política boliviana desde las páginas de su diario. Murió en Santiago de Chile el 6 de noviembre de 1916.