Creación Literaria. Novela

Los dos grandes novelistas de las últimas dos décadas del siglo XIX son, sin ninguna duda, Santiago Vaca Guzmán y Nataniel Aguirre.

Santiago Vaca Guzmán (1847-1896)

Nació en Sucre el 20 de Noviembre de 1847. Desde muy joven trabajó en periodismo en "El Porvenir", "La Sonrisa" y "Cosmorama". Se tituló de abogado en 1866. Fue profesor de bellas letras, cultura, religión y moral en el colegio Junín de Sucre. Fundó y dirigió "La Patria" en la capital. Fue desterrado por Morales. Fue ministro de la legación boliviana en Buenos Aires donde se quedó a vivir desde 1884 hasta 1889. Murió en la capital Argentina el 27 de octubre de 1896 a los 49 años.

Vaca Guzmán ensayó la crítica literaria donde se destaca su reflexión sobre el país y su cultura. Su recuperación de autores nacionales y sus valoraciones son un punto de referencia no desdeñable. Su novela más importante fue Su Excelencia y su Ilustrísima (1889) que publicó varios años después de Días Amargos (1866), obra primeriza. Su excelencia y su Ilustrísima es una novela histórica basada en una célebre polémica de dos autoridades: eclesiástica y política en el Paraguay del siglo XVI. Romántico en su estilo, Vaca Guzmán es un autor olvidado de nuestra literatura: Sin el vuelo de Aguirre marca el comienzo de la madurez en la novelística boliviana. Es autor además de Ayes del Corazón (1867), Poesías (1868), La Poesía Alto-peruana (1882) y Sin Esperanza (1891).

Nataniel Aguirre (1843-1888)

Aguirre es el gran creador literario del siglo XIX en Bolivia. Su obra novelística es central en la literatura del país y de América Latina.

Nació en Cochabamba el 10 de octubre de 1843. Se tituló de abogado a los 21 años. Era hijo de un célebre político de los primeros años de la república, Miguel María de Aguirre. Fue un hombre prolífico y de activa vida política e intelectual. Se enfrentó a la dictadura de Melgarejo. Fue elegido como constituyente en 1871. Formó parte del consejo de estado en el gobierno de Frías, de la célebre convención de 1880 y fue ministro de Guerra y RR.EE. del Presidente Campero. Fue profesor de derecho en la universidad de San Simón. Nombrado ministro ante la corte del Brasil, murió en Montevideo el 11 de octubre de 1888 mientras viajaba a posesionarse. Tenía entonces 45 años.

La obra capital de Nataniel Aguirre es la novela Juan de la Rosa (Memorias del último soldado de la independencia) (1885). Esta obra es un clásico del romanticismo latinoamericano. Vigorosa y a la vez profunda en sus reflexiones sobre la creación de la nueva república, la novela es la primera aproximación profunda a las raíces de Bolivia desde la crónica del tambor Vargas escrita en plena guerra de la independencia. Pero el libro va más allá, buceando en la psicología del adolescente protagonista y en los paisajes del valle cochabambino.

Aguirre escribió también Visionarios y Mártires (1865), Biografía del Gral. Francisco Burdett O'Connor (1874) y La bellísima Floriana (1911).

El nuevo siglo vincula a la novelística boliviana con el realismo y el naturalismo. Lo que luego se conocería como novela social, es uno de los géneros más socorridos de autores que fueron fuertemente influidos por una realidad social lacerante en un país muy pobre y atrasado.

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De entre los deportes que se han practicado en Bolivia, el fútbol es el que ha contado con mayor repercusión, no sólo por su práctica, sino por el impacto social que ha tenido como deporte-espectáculo. En la actualidad es un fenómeno social de primera importancia que influye en la vida colectiva en el mundo entero, forma parte integral de la actividad económica, social y aun política de cualquier sociedad.

El cine llegó a Bolivia el 27 de Junio de 1897 y la primera película boliviana se filmó en 1904, de autor desconocido. A partir de 1912 trabajan dos pioneros bolivianos, Luis G. Castillo y Goytisólo en decenas de cortometrajes y films a contrato. A pesar de la precariedad de medios, el cine boliviano de la época silente demostró una calidad y un sentido de la construcción narrativa que es admirable dadas las condiciones técnicas en las que trabajaba. En la década de los años veinte se produjeron los primeros largomet rajes bolivianos.

Villanueva es, sin duda, el arquitecto más destacado de Bolivia en la primera mitad del siglo XX. No sólo por su obra arquitectónica, sino porque es el padre del urbanismo contemporáneo y el creador de la primera facultad de arquitectura del país en la universidad de La Paz. Estilísticamente Villanueva pasó por el academicismo ortodoxo, la búsqueda de una arquitectura nacional y la adscripción final al racionalismo.

La fuerte influencia del neoclasicismo que dominó la arquitectura boliviana de la primera etapa del siglo XIX, es sustituida por una tendencia ecléctica y academicista que tiene su expresión en importantes edificios públicos y privados de la capital de la República, a cuyo urbanismo contribuyeron a impulsar los gobiernos conservadores. Obras como La Rotonda encargada por Belzu o el Banco Nacional de Antonio Camponovo y el Banco Argandoña de Eduardo Doynel, son ejemplos excepcionales de inspiración europea (palacios florentinos y arquitectura francesa).

La plástica boliviana del siglo XIX, influida todavía por el barroco tardío y el neoclasicismo, pasó a fines del siglo al eclecticismo. Los pintores bolivianos no recibieron la influencia de los ismos que revolucionaron la pintura europea, sino hasta fines Je los años cuarenta. Los artistas más destacados de ese momento (1880-1920) fueron José García Mesa, autor de algunas obras de inspiración francesa (Ingres), paisaje urbano y obras épicas (La Muerte de Murillo). Ángel Dávalos fue autor de naturalezas muertas y retratista expresivo.

El impulso dado por el ministerio de Educación a este arte a partir de 1936, hizo posible la creación de la orquesta sinfónica nacional que, primero bajo la dirección del alemán Eric Eisner y luego con invitados como José María Velasco Maidana y otros, formó un cuerpo relativamente idóneo de músicos en La Paz.

Nació en Santa Cruz el 27 de junio cíe 1838. Flores fue ejemplo del periodismo combativo en la época conservadora. Fundó "El Imparcial" de La Paz, periódico que sufrió los avatares de la política intolerante de la época. Fue abogado de profesión, profesor universitario y renombrado masón. Representó a Bolivia en funciones diplomáticas. Flores es un símbolo de la defensa intransigente de la libertad de expresión. Hombre valiente y notable polemista, influyó fuertemente en la política boliviana desde las páginas de su diario. Murió en Santiago de Chile el 6 de noviembre de 1916.