Poemas para el Día del Niño Boliviano, de los autores: Gabriela Mistral, Delio Alcaraz M, Rosa Bellido G., Antonio Landívar Serrate, Óscar Alfaro, Martín Rafael Berutti.
Piececitos
Gabriela Mistral
Piececitos de niño;
azulosos e frío,
¡Cómo os ven y nos os cubren,
Dios mío!
Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves
y lodos!
El hombre ciego que ignora
que por donde pasáis
una flor de luz viva
dejáis;
Que allí donde ponéis
la plantita sangrante,
el nardo nace más
fragante.
Sed, puesto que marcháis
por los caminos rectos,
heroicos como sois
perfectos.
Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡Cómo pasan sin veros,
las gentes!
Niño de mi tierra
Delio Alcaraz M
Inquieto y movedizo siempre estás,
dime niño cuál es tu verdad?
ya por aquí, ya por allá,
cual picaflor
que revolotea de flor en flor.
¡Ah! Niño de mis amores,
que cosas nuevas me darás
en cada amanecer de tus días
colmadas de alegría, placer y felicidad.
salta, ríe y canta,
porque la alegría está en ti
cual arco iris de colores
que brilla y fulgura en el mar.
¡Ah! Niño de mis amores,
deja contagiarme tu felicidad
que yo en tu mundo quiero estar,
y robar unas gotitas de tu alegría
para llevarlas en mi corazón.
¡Ah! Niño de mis amores,
muéstrame siempre la faz de tu sonrisa,
y moldea la mía dura de pedernal
con el cincel de tu inocencia.
¡Ah! Niño de mis amores,
dime tú donde lo guardas
la llave de tu dicha,
dime que presto lo compraré.
¡Ah! Niño de mis amores,
déjame descubrir tu mundo mágico
porque compartir quiero
la dicha de ser niño.
Su nombre es hoy
Gabriela Mistral
Somos culpables
de muchos errores y faltas;
pero nuestro mayor delito
es abandonar a los niños
la fuente de la vida.
Muchas cosas
que necesitamos
pueden esperar:
los niños NO.
Ahora es el momento
en que sus huesos se forman,
su sangre se constituye
y sus sentidos se desarrollan.
No les podemos contestar:
Mañana,
Su nombre es HOY.
Dolor de niño
Rosa Bellido G.
Abrí los ojos al mundo,
más no sabía
lo que en él había.
Lloraba y reía:
mal al comprenderlo
mi tierno corazón sufría.
¡Mira qué amargo
y cruel me parecía!
porque en los albores
de mi vida
perdí a mi madre querida.
Cuando cantan los niños
Antonio Landívar Serrate
Cuando cantan los niños traen tantas
refulgente alegría en minuto
que su voz musical parece fruto
de un milagro escondido en su garganta.
Un duendecillo azul tiende su manta
recogiendo el poema diminuto,
porque quisiera ser duende absoluto
de aquella claridad que fluida encanta.
Ese es canto de primicial sonrisa
y desde un cielo florecido avisa
que tanto el mundo quiere amanecer.
El viento muy dinámico dispersa
las notas de una música diversa
capaz de incorporarse a cada ser.
Niño proletario
Óscar Alfaro
Niño que cantas a diario
con tus rojas herramientas
el himno del proletario.
Zumba en tu pecho el enjambre
rugiente de los dolores
que tus amigos mejores
son la miseria y el hambre.
Tu canora adolescencia
languidece, sangra y llora
en la máquina sonora
que devora tu existencia.
Hijo triste del salario
dame tu mano florida,
que no también en la vida;
soy un niño proletario.
La niña pobre
Martín Rafael Berutti
Su viaje en la vida pesóle como un cargo,
apenas ocupaba su banco escolar,
su padre, un alcoholista, vistióla traje largo
y púsola en la fábrica vecina a trabajar.
Puntada tras puntada, ganó su pan amargo;
cargo sobre sus hombros de tísica el hogar
es cierto que era alegre, jovial y, sin embargo
a veces la costura dejó de llorar…
Palabras maternales jamás le prodigaron;
no tuvo serenatas ni nunca despertaron
su sueño, los acentos de cálida canción.