Óscar Ichazo Gonzales
No se conocen mucho de los datos de este narrador, únicamente que es boliviano y que reside desde hace mucho en Nueva York, EE.UU. como director de un Instituto de "Trascendental Meditation".
Hernando Sanabria Fernández nació en Vallegrande, el 12 de diciembre de 1912 y falleció en Santa Cruz de la Sierra el 10 de agosto de 1986. Realizó sus estudios primarios en su ciudad natal y los secundarios en Santa Cruz y Sucre, donde también curso la carrera de Derecho. En el ejercicio de la docencia, fue profesor de secundaria en las asignaturas de Geografía e Historia, director de colegios del mismo nivel; Director General de Educación; catedrático de Sociología y posteriormente Vicerrector y Director de la Biblioteca Central de la Universidad Gabriel Rene Moreno. Desempeño funciones diplomáticas, como Consejero Cultural en la embajada de Bolivia en España.
Fue miembro de importantes asociaciones e instituciones culturales, locales, nacionales e internacionales, como el Comité Pro Santa Cruz, la Casa de la Cultura, la Academia de la Historia, la Academia de la Lengua, la Fundación Ramón Darío Gutiérrez y otras.
Recibió, entre otras distinciones, la Medalla Nacional de Cultura, la Orden Boliviana de la Educación, la Orden Española del Mérito Civil y el Cóndor de los Andes.
Publicó 50 libros y más de 250 trabajos cortos, entre artículos, ensayos y otros. Su obra, caracterizada por la investigación y el interés de aportar a la región y al país, se proyecta desde varios géneros, ya sea el estudio de sus manifestaciones culturales: El habla popular de Santa Cruz, Cancionero popular de Vallegrande, Música popular de Santa Cruz; la Historia: Breve Historia de Santa Cruz, En Busca de El dorado, Crónica Sumaria de los Gobernadores de Santa Cruz,; la biografía: Apiaguaiqui-Tumpa, biografía del pueblo chiriguano, Ñuflo de Chávez, El caballero andante de la selva, Cañota, un cantor del pueblo en guerra heroica, La ondulante vida de Tristán Roca; la narrativa: Tradiciones, leyendas y casos de Santa Cruz de la Sierra. Su obra es fuente de consulta para historiadores nacionales y extranjeros.
Óscar Ichazo Gonzales
No se conocen mucho de los datos de este narrador, únicamente que es boliviano y que reside desde hace mucho en Nueva York, EE.UU. como director de un Instituto de "Trascendental Meditation".
Néstor Taboada Terán
Nació en La Paz, en 1929, fue director del departamento de Cultura de la Universidad Técnica de Oruro dónde dirigió la revista Letras Bolivianas y en la Universidad de San Simón también dirigió la revista Cultura Boliviana.
Josermo Murillo Vacarreza
Nació en Oruro el 27 de agosto de 1900, abogado, escritor y periodista, se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires. También fue Catedrático fundador de la Facultad de Ciencias Económicas y el Instituto Politécnico, lo mismo que Rector de la Universidad de Oruro, en 1941-1942.
Jaime Saenz
Nació en La Paz, el 8 de octubre de 1921. Este ilustre hombre de letras, representante del surrealismo boliviano, fue un poeta nato. Se destacó también en la novela, el ensayo y el teatro.
Gregorio Reynolds
Gregorio Reynolds cierra la trilogía de poetas modernistas de Bolivia, aunque en menor dimensión que Jaimes Freyre o Tamayo. Notable cuando escribía sonetos, dominó su técnica hasta la perfección, ensayó el género dramático en verso y se inspiró en la fuerza de nuestra geografía y la sensualidad del trópico. Fue calificado como satánico y pagano. Sus obras mayores son Quimeras (1915), El cofre de Psiquis (1918) y Edipo Rey (1924).
Gilfredo Cortés Candía
Nació en la ciudad de la Santísima Trinidad, el 28 de diciembre de 1906. Fueron sus padres el Dr. Eulogio Cortés Elias y la Sra. María Candia Caballero, tuvo cuatro hermanos.
Pasó su infancia, diáfana y serena, bajo el amparo amoroso de su dulce hogar en San Ignacio de Mojos.
Pedagogo y escritor cuya principal obra “El Itenez salvaje” quien en 1937 se introdujo el Núcleo Indigenal Moré, para realizar una “redención del Indígena”, que más allá de la buena intención del pedagogo y del buen espíritu y humanismo que empleó, resultó ser un proceso civilizatorio forzado.
Hasta entonces a los Moré, se los conocía como un pueblo aguerrido, que mantenía luchas intertribales continuamente, en la región y que atacaba a los viajeros.