Sublevaciónes indígenas y masacres. Jesús de Machaca 1921 y Chayanta 1927

La estabilidad de la élite gobernante estuvo permanentemente amenazada por las sublevaciones indígenas. Esta fue una constante en todo el ciclo oligárquico que tuvo, en la década de los años veinte, manifestaciones muy significativas.

El primer caso fue el de Jesús de Machaca. Si bien el trasfondo fue la situación de explotación y expoliación de tierras, el móvil fue el abuso sostenido del corregidor del pueblo Luis Estrada. Los líderes de la sublevación fueron Faustino y Marcelino Llanque que lograron movilizar tres o cuatro mil aimaras. Es de destacar el hecho de que los Llanque eran maestros (preceptores) rurales, educados para impartir enseñanza a los indios de la región. El 12 de marzo de 1921 asaltaron el pueblo, quemaron sus principales casas y terminaron por asesinar a Estrada, su familia y otros trece vecinos, a los que apedrearon y quemaron. La reacción del gobierno no se hizo esperar. Saavedra envió un destacamento militar de 1.500 hombres al mando del Cnel. Vitaliano Ledezma. La acción represiva incluyó el asesinato de un número no determinado de comunarios, incluidas mujeres y niños, incendio de casi 130 casas, robo de más de mil cabezas de ganado de distinto tipo y apresamiento de varios sublevados entre ellos los hermanos Llanque, que fueron condenados a diez años de cárcel y uno de ellos a la pena capital (muerte). Varios ayllus de la región que habían participado en la sublevación quedaron tan seriamente afectados por la hecatombe, que en los meses posteriores se produjo una éxodo significativo, dejando la zona que había sido arrasada por las tropas.

Pero el levantamiento de mayor envergadura fue el de Chayanta en 1927 que afectó a los departamentos de Potosí, Chuquisaca, Oruro y La Paz. Como siempre, los malos tratos, cobros excesivos o ilegales, la amenaza sobre las tierras de comunidad y la extensión del servicio obligatorio de los nuevos colonos, fueron elementos para la sublevación que se inició el 25 de Julio cié 1927 en Ocurí. Miles de indios se desplegaron en las serranías de Chayanta y en varias provincias de los tres departamentos, armados con hondas, piedras y algunas armas de fuego. Tal fue la magnitud de las acciones indígenas que el movimiento duró más de dos meses, forzó a la movilización de varias unidades del ejército que desbarató y derrotó con dificultades a las masas sublevadas. Quizás la diferencia notable sea la actitud del Presidente Siles que, en octubre de 1927, amnistió a los responsables del levantamiento que habían sido detenidos, rompiendo la tradición de prisión, vejación y muerte para los alzados que había sido la característica de sus predecesores en el poder.

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Las concesiones que había recibido la Richmond Levering fueron ilegalmente cedidas a la Standard Oil en 1921, vulnerando una cláusula del contrato que prohibía expresamente tal cesión. A pesar de ello, el gobierno de Saavedra aprobó el nuevo status en 1922. La Standard compró además otras concesiones de particulares hasta controlar 4,6 millones de hectáreas para su explotación. El contrato con el gobierno establecía un derecho de explotación de 55 años, la empresa debería perforar un pozo por cada 50.000 hectáreas y producir hasta dos millones de barriles por año.

El comienzo de los años veinte encuentra a los grandes empresarios mineros consolidados. Patiño es ya un hombre poderoso en el mundo entero y está en pleno proceso de transnacionalización de sus empresas. Aramayo instala su razón social y su residencia en París y Hoschild está en el apogeo de su producción no sólo en minas propias, sino rescatando minerales de los productores medianos y chicos.

La ruptura de Siles con el republicanismo saavedrista y su necesidad de distancia con los genuinos y liberales, lo impulsó a promover la creación de un nuevo partido, cuyos protagonistas fueran los jóvenes. La presencia en ese esfuerzo organizativo de figuras como Roberto Hinojosa, Walter Guevara, Augusto Céspedes y Carlos Montenegro explica perfectamente la tendencia germinal de este grupo.

En las relaciones internacionales del país se produjeron dos hechos muy importantes. El primero fue la resolución de la cuestión de Tacna y Arica. El laudo de Estados Unidos de 1925 fue el preámbulo del tratado del 29. Tanto Chile como Perú rechazaron la propuesta Kellogg de una solución tripartita del problema. El 3 de Junio de 1929, Chile y Perú firmaron en Lima el tratado por el que se definía la nacionalidad de Arica (Chile) y Tacna (Perú). De ese modo, Perú renunciaba a la soberanía sobre Arica.

Saavedra buscó contar con un candidato que le garantizase su dominio aun después de dejar la presidencia. El hombre escogido fue José Gabino Villanueva al que, por las dudas, le acompañaba como candidato vicepresidencial Abdón Saavedra, hermano del Presidente. La convención de su partido eligió al binomio, mientras la alianza entre liberales y republicanos genuinos escogió el binomio Daniel Salamanca, José Luis Tejado Sorzano. Las elecciones se realizaron en mayo y el oficialismo triunfó fácilmente. Pero el escrutinio oficial nunca se realizó.

Para entender el problema de los trabajadores de la gran minería del estaño, se debe saber que, hasta las leyes mencionadas, carecían en absoluto de una legislación que los amparase, así como de medidas mínimas de seguridad industrial. Si bien es cierto que las grandes empresas contaban con una infraestructura importante en el sector médico, educativo y recreativo que el país no había conocido nunca en centros de trabajo (hospitales totalmente equipados, escuelas y áreas deportivas), las condiciones de trabajo eran francamente brutales.

La modernización del país (ferrocarriles, electricidad, minería) trajo consigo la estructuración de un pequeño núcleo proletario en el que habían germinado las ideas de la necesidad de asociación y habían llegado las tendencias renovadoras del socialismo. Los años veinte marcan el verdadero fortalecimiento del movimiento obrero. La gran organización de la época fue la Federación Obrera del Trabajo (FOT), el antecedente más importante de la COB. La FOT tuvo como principales impulsores a Carlos Mendoza Mamani y José M. Ortíz, que escribieron en "Acción libertaria" sus principales ideas.