Las concesiones que había recibido la Richmond Levering fueron ilegalmente cedidas a la Standard Oil en 1921, vulnerando una cláusula del contrato que prohibía expresamente tal cesión. A pesar de ello, el gobierno de Saavedra aprobó el nuevo status en 1922. La Standard compró además otras concesiones de particulares hasta controlar 4,6 millones de hectáreas para su explotación. El contrato con el gobierno establecía un derecho de explotación de 55 años, la empresa debería perforar un pozo por cada 50.000 hectáreas y producir hasta dos millones de barriles por año.
La ruptura de Siles con el republicanismo saavedrista y su necesidad de distancia con los genuinos y liberales, lo impulsó a promover la creación de un nuevo partido, cuyos protagonistas fueran los jóvenes. La presencia en ese esfuerzo organizativo de figuras como Roberto Hinojosa, Walter Guevara, Augusto Céspedes y Carlos Montenegro explica perfectamente la tendencia germinal de este grupo. Sin embargo, el Partido de la Unión Nacionalista fundado el 5 de enero de 1927 terminó dominado por los disidentes del liberalismo como Rafael Taborga, Alfredo Mariaca y Rafael Cortadellas que no se atrevieron a trascender el ideario liberal. Además de la parte declamativa lo novedoso del programa fue la descentralización, código del trabajo, leyes sociales en favor de la mujer, autonomía universitaria y creación del banco Central.
La ilusión prorroguista. Gobierna el gabinete (1930). Caída de Siles
Los sectores más próximos al Presidente comenzaron a sugerir primero y proponer después la prórroga del mandato. Siles cayó en la trampa de la adulación y a pesar de las reflexiones que le hicieron figuras de la talla de Montes que terminó desterrado por el gobierno, aceptó con entusiasmo la idea. La necesidad de un ropaje formal para legitimar el emprendimiento, que pasaba por una renuncia y una convocatoria a constituyente, lo llevaron prácticamente al autogolpe. El 28 de mayo de 1930 renunció a su cargo dejando a su gabinete al mando de la nación. Era una figura inédita que nunca más se repitió. Eran ministros entonces, David Toro, Carlos Bánzer, Ezequiel Romecín, Alberto Diez de Medina, Franklin Mercado, José Aguirre Achá y Fidel Vega.
La idea había nacido muerta. El gabinete no pudo capear el temporal. El gobierno había perdido sustento como lo prueban los sangrientos hechos de Potosí (14 de mayo de 1929). El gabinete convocó a elecciones para conformar una asamblea constituyente, que nunca se realizaron. Desde mediados de junio comenzaron los disturbios protagonizados sobre todo por estudiantes. Finalmente entre el 25 y 28 de junio de 1930, se produjo el levantamiento que contó con la participación del ejército (iniciado por el regimiento Camacho de Oruro y el colegio militar de La Paz). Hans Kundt fue desplazado de la jefatura de estado mayor. La casa del ex-presidente Siles fue saqueada y éste exiliado a Chile. Así terminó la aventura prorroguista de un hombre de derecho seducido por el poder.