leyendas santa cruz

El mojón con cara

Hernando Sanabria Fernández

Hasta medidados del siglo XVIII la calle hoy denominada Republiquetas era de las más apartadas y menos concurridas de vecindario que había en esta ciudad. Las viviendas edificadas sobre ambas aceras no seguían una tras de otra, sino con la breve separación de solares vacíos separados de la vía pública por cercos de cuguchi o follaje de lavaplatos.

El guajojó

Hernando Sanabria Fernández

En lo prieto de la selva y cuando la noche ha cerrado del todo, suele oírse de repente un sonido de larga como ondulante inflexión, agudo, vibrante, estremecedor. Se diría un llanto, o más bien un gemido prolongado que eleva el tono y la intensidad y se va apagando lentamente como se apaga la vibración de una cuerda.

El Carbunco

Germán Coimbra Sanz

Dicen los lugareños que se trata de un pequeño cuadrúpedo, algo mayor que un gato de color oscuro, de hábitos nocturnos y que posee un diamante en la frente, con el que alumbra su camino y para atraparlo se le tira encima un trapo negro, que lo paraliza y permite quitarle el diamante cuyo valor es incalculable y suficiente para salir de cualquier apuro económico.

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Hernando Sanabria Fernández

Puestos en filas paralelas, a corta distancia una de otra, los niños empezaban el divertido juego, tal cual hicieron sus padres, sus abuelos y sus bisabuelos cuando estaban en la misma edad. No tardaba en aparecer el personaje esperado: otro niño a quien le había tocado en suerte desempeñar el papel. Atravesando dengosamente por el espacio libre de entre ambas filas, el personajillo murmuraba una y otra vez: — Por aquí pasó "Uñas Verdes"...

(Antonio Paredes Candía)

I

El dios de los guarayos, a quien ellos le nominan el abuelo, en principio moraba sobre la tierra. En su larga existencia, tuvo dos hijos extremadamente hermosos, que con el pasar del tiempo, ya jóvenes, adquirirían apostura atlética, inteligencia y profundo concepto de justicia.

II

Arí se llamaba el mayor y Yazi el menor. Arí era rubio, apasionado y diestro cazador; Yazi, moreno, pacato y aventajado para la pesca.

La Laguna de Chorechoré con sus aguas azulosas, en cuyo cristal roto por crespo y menudo oleaje, se ven las sombras de los grandes árboles. La laguna también tiene en sus riberas casitas enjalbegadas, techadas con hojas de palmeras, casitas donde viven gentes hospitalarias, mozas bellas, coros alegres de viejos, mozos y niños en las tardecitas.

Rosa Melgar De Ipiña

(Antonio Paredes Candia)

I

En la mitología chiriguana dos dioses gobiernan el mundo. Tumpaete, que expresa el bien y su contrapuesto: el mal, que recibe el nombre de Aguaratumpa. Los dos transcurren en constante lucha y su animadversión durará hasta el fin de los siglos.

II

Germán Coimbra Sanz

Hay jóvenes que al pasar los veinte años se sienten dueños del mundo y de nada les sirven los consejos. Es así que mientras el cuerpo aguanta le dan como si fuera ajeno. Un muchacho de esta laya era Victorino Suárez gran amigo de la juerga, de la fortuna y de las mujeres.

Germán Coimbra Sanz

Allá por el año veintitantos, se comentaba muchísimo un hecho ocurrido en Cotoca. Por ese entonces era una aldea apacible, llena de sol en el día y de tinieblas por la noche. Ni siquiera se soñaba con la luz eléctrica. Era motivo de orgullo para algunos pobladores contar con un farol con que alumbrar sus casas y ocasionalmente la calle.

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