Quenacho o Quenalli y Choquela

Quenacho o Quenalli - Instrumentos folclóricos bolivianos

Quenacho o Quenalli

Son de la misma familia y se diferencia de la quena por sus dimensiones más reducidas, el primero tiene cuarenta y cinco centímetros de largo, con cuatro orificios delanteros, uno en el constado inferior y otro en el trasero para el dedo pulgar. El segundo es más delgado de espesor y más pequeño que el primero, con igual número de orificios que la primera.

Tiene los dos instrumentos en la extremidad superior un corte en forma de ventanilla al que aplican el labio inferior para producir el sonido. Tocan en dúo generalmente y a veces en trío. Es de uso general en Bolivia y el Ecuador, en el Perú tiene aplicación solamente en la región Aymará.

Choquela

Este instrumento tiene cuarenta y cinco centímetros de largo, cuenta con seis orificios. Su nombre se refiere a una reminiscencia prehispánica del chacu o caza organizada de aves acuáticas. Estos instrumentos son ejecutados por los mismos bailarines del conjunto de choquelas, llevan éstos un enorme tocado de plumas de ave del Titicaca, llamados Phullu - P'eke, la Kavilla o poncho pequeño de múltiples colores, la chuspa y bolsón doble adelante y atrás, sabanilla blanca plisada sobre el pantalón. También son participes de conjunto tres mamalitas jóvenes con bicornios en la cabeza (llamadas monteras) además la presencia de un Kusillo; para dirigir el baile con su chicote.

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Flauta vertical muy citada por los cronistas que la confunden con la quena y llaman Pinquillo o pincollo, es una especie de flauta de pico, de embocadura biselada, lleva canal de insuflacción mediante un taco de madera que forma la corriente de aire y desemboca en un orificio en bisel donde se reproduce el sonido. “Pincollo” en lengua aymara, se refiere a todo tipo de flautas con pico. Esta hecho de cañahueca (Tokhoro o Tacuara) tiene seis orificios delanteros; lleva una ventanilla en la parte superior llamada boquilla, en forma de U a veces rectangular, por donde salen los sonidos.

En la provincia Yamparáez se encuentra un pequeño poblado llamado Tarabuco a solo 63 kilómetros de la ciudad de Sucre.

Esta localidad es el centro de ferias dominicales, donde se concentran numerosos campesinos de las comunidades aledañas, denominándolos agricultores “Tarabuqueños”.

Que en lengua aymará quiere decir cuatro agujeros, es la que mayores dimensiones tiene, en comparación con todas las demás de su especie. Llevan el nombre de pusipiyas por ser quenas (aerófonos sin canal de insuflación; con bisel en el extremo superior).

Se construyeron de caña en tres tamaños:

La concertina tiene su origen en Inglaterra, y fue inventada el año 1829 por Charles Wheatstone. Triunfante por sus atractivos sonidos en los salones de Europa, como en Italia, la concertina llega a los salones americanas, y tiene gran aceptación en nuestras ciudades Bolivianas por sus atractivos sonidos y profunda huella en los sentimientos citadinos. Este instrumentó posee una muy particular estructura musical en el ordenamiento de sus sonidos.

Su origen es muy antiguo está vinculado a las ceremonias religiosos, los pueblos europeos lo usaron con profusión. Este preciado instrumento de notable potencia sonora y rigidez musical; con aspecto exterior del tipo de órgano pero más pequeña y portátil. Data de principios del siglo XIX. Es un instrumento Europeo. El uso de este instrumento se estableció en Bolivia donde alcanzó un carácter ritual religioso, pero con el paso del tiempo alcanzó muy pronto un lugar de privilegio en la música popular y fue muy apreciada por los músicos; solía participar en conjuntos musicales.

Es el instrumento más representado de los incas, y el que más refleja la psicología del pueblo boliviano. Está en actual uso, no solo en Bolivia, Perú y Ecuador, sino que se extiende al norte Chileno y Argentina y en Colombia, Venezuela y las Guayanas.

Etimología