Flauta vertical muy citada por los cronistas que la confunden con la quena y llaman Pinquillo o pincollo, es una especie de flauta de pico, de embocadura biselada, lleva canal de insuflacción mediante un taco de madera que forma la corriente de aire y desemboca en un orificio en bisel donde se reproduce el sonido. “Pincollo” en lengua aymara, se refiere a todo tipo de flautas con pico. Esta hecho de cañahueca (Tokhoro o Tacuara) tiene seis orificios delanteros; lleva una ventanilla en la parte superior llamada boquilla, en forma de U a veces rectangular, por donde salen los sonidos.
Que en lengua aymará quiere decir cuatro agujeros, es la que mayores dimensiones tiene, en comparación con todas las demás de su especie. Llevan el nombre de pusipiyas por ser quenas (aerófonos sin canal de insuflación; con bisel en el extremo superior).
Se construyeron de caña en tres tamaños:
Taikapusipíyas las mayores que llevan la tonalidad, con una longitud aproximada de 80 cms. la Mediana se llama Malta, la tercera, la más pequeña, se llama Licu. La mediana tiene dos tercios de la dimensión de la primera y da sonido a la quinta justa superior. La pequeña tiene por dimensión la mitad de la primera, y las melodías se producen en ella a la octava superior de la primera. Estos tres instrumentos simultáneamente ejecutados, produce una armonía a tres voces.
La tropa de intérpretes está formada por 20 o más músicos. Acompañan rítmicamente cajas (menbranófonos) de 60 cms. de diámetro, construidos de dos parches de cuero unidos por medio de un aro de madera produciendo sonido al ser golpeado por un palillo. Se interpretan en todo el Departamento de La Paz, especialmente en las fiestas campesinas del altiplano, obedeciendo a costumbres religiosos y agrarias.