Flauta vertical muy citada por los cronistas que la confunden con la quena y llaman Pinquillo o pincollo, es una especie de flauta de pico, de embocadura biselada, lleva canal de insuflacción mediante un taco de madera que forma la corriente de aire y desemboca en un orificio en bisel donde se reproduce el sonido. “Pincollo” en lengua aymara, se refiere a todo tipo de flautas con pico. Esta hecho de cañahueca (Tokhoro o Tacuara) tiene seis orificios delanteros; lleva una ventanilla en la parte superior llamada boquilla, en forma de U a veces rectangular, por donde salen los sonidos.
Pututu
Es una trompeta fabricada de cuerno de toro al que se convierte en un tubo abierto con embocadura semejante a la de la corneta. Produce sones lúgubres e imponentes.
El compositor boliviano Teófilo Vargas, al referirse a este instrumento, hace el siguiente comentario: “Al escuchar en altas horas de la noche, sobre las crestas de los montes, oír el fatídico son de “pututu” es señal segura de rebelión indígena. Servía también, continúa, para que el correista a su postillón anunciara la llegada de la posta”.
El pututu produce un solo sonido, pero de eco potente, majestuoso y realmente tétrico.
El Aykhori o Marimacho
Es un instrumentó de doble tesitura formado por dos cuerpos unidos por un hilo fuerte de algodón, formando un solo instrumento compacto, típico, originario de la zona altiplánica de Bolivia. Está fabricado de una gruesa caña de bambú, de un metro treinta y ocho centímetros de largo y un diámetro de cuatro centímetros, a la cual se adhiere otra más delgada y pequeña de cuarenta y nueve centímetros de largo que ocupa la parte superior del instrumento, unidos por sus extremos, y se comunica al final de la parte alta por una boquilla de pitón, de manera que ambas pueden ser soplado a la vez por la boquilla del que tiene la última caña. Lleva cinco orificios delanteras y dos en los costados de la parte inferior, abiertos en la caña gruesa.
Aykhori quiere decir, quejumbroso (en aymara). Su nombre debió emanar del sonido que es demasiado fúnebre. Por la disposición del instrumento respecto al tocador se asemeja al fagot, aunque aquel es rústico y primitivo y no lleva por consiguiente llaves para medios tonos.