María Luisa Valda de Jaimes Freyre
La conocida fábula de la Guallata y el zorro, varía según los lugares donde lo refieren y una de esas es la siguiente:
Vanessa Isabel Magne Calizaya
En tiempos lejanos, cuatro fabulosos y hermosos nevados gobernaban nuestra tierra. Ellos estaban divididos en dos grandes imperios: el Illimani y el Illampu en el Oriente. El Sajama y el Tata Sabaya en el occidente. Ellos eran hermanos.
La montaña Tata Sabaya vivía en compañía de Cabaray, Sayani, Coipasa y otros cuidadosamente atendidos por las chinchillas, las vicuñas y avestruces.
En medio de esa vida de paz, el joven Tata Sabaya se sentía enamorado de la bella T'allaThunupa, hija del mallku Toroni.
Cubriéndose de elegante ropaje visitó la casa de la princesa. Los cumplidos para la bella Thunupa y los respetos para el genial Toroni, fueron bien recibidos por parte del padre e hija.
Tata Sabaya satisfecho regresó a su mansión y comunicó sus sentimientos a su hermano mayor Mallku Sajama. El hermano recibió la noticia muy modesto, pensando que su hermano menor quería expandir sus dominios y con prepotencia preparó un plan contra su hermano Tata Sabaya.
Una noche, a la cabeza del gran Sajama un ejército bien armado sorprendió al joven Tata Sabaya que descansaba sin sospechar que estaba rodeado.
Hondearon con inmensos bloques de piedra el cuerpo del joven hasta que lograron destruir la blanca dentadura de platino que tenía el mallku Tata Sabaya.
Muy herido, Tata Sabaya empezó a escupir sangre y fuego sobre el salar de Coipasa que luego se convirtió en pequeñas colinas llamadas ahora “qullu qullu”. Ante semejante ultraje, Tata Sabaya preparó a sus colaboradores chinchillas y millones de “tujus” (roedores) para abrir inmensas galerías en las entrañas del enemigo.
Una noche iniciaron el plan con todo empeño. Abrieron galerías con salidas por todos los costados durante varios días. El enemigo sentía morirse. Entonces los grandes mallkus: Illimani e Illampu intervinieron imponiendo la paz.
Sajama muy herido curó sus heridas cuando caía una granizada. Así se cubrió para siempre con un poncho blanco. El Tata Sabaya celebró su matrimonio con la bella Thunupa al que asistieron los mallkus supremos. Al oriente se colocaron el Illampu, el Illimani, el Mururata y el Huayna Potosí. Al occidente el Sajama, el Larackawa, el Parinacota, Toroni y en un sitio especial "Tata Sabaya y la soberana Talla Tunupa.
Otra vez retornó la calma. Hasta el día de hoy la nueva pareja extiende sus dominios desde Carangas hasta los Lípez con dos grandes mares de leche llamados Uyuni y Coipasa.
Cuentos Andinos de Montaña Escuela San Pablo
María Luisa Valda de Jaimes Freyre
La conocida fábula de la Guallata y el zorro, varía según los lugares donde lo refieren y una de esas es la siguiente:
Itza Terrazas Herbas
Según la leyenda, existía en la región una hermosa doncella de nombre Kariquima, ella pasteaba todos los días a su ganado, su hermosura no pasó desapercibida y el Mallku Tata Sabaya, como el Mallku Sajama, quedaron enamorados de la joven.
Tata Sabaya, animado por los yatiris envió una nota de corte a la joven, la misma que fue aceptada con grato placer por la doncella la que veía con agrado la pretensión del enamorado.
Julián Barrientes Soria
Cuando los pechos de los dos amantes alimentaban una sola llama de amor, sentados en una pirca, teniendo a su frente por testigos, de sus juramentos, a la inmensidad de la puna y en sus espaldas la casa donde ella vivía. La voz destemplada de "Tata Mariano", abuelo de la doncella, puso término al romántico coloquio.
Transcurrieron varias semanas en la estancia de Quilchara, situada a pocas leguas de Corque, que fue teatro de esta historia.
María Frontaura Argandoña
El señor Kirkinchu se preparaba para la gran fiesta de su pueblo ya que era el Consejero Mayor. Debía presentarse con elegancia sin precedentes.
Y así, una mañana, fresquita por el viento permanente de la puna, se puso en medio del río y comenzó a tejer su llijlla para echársela a la espalda el día de la gran fiesta.
La misa había concluido y al recogerse a sus hogares, doña Filomena, esposa de un exitoso azoguero de "poca monta" y doña Bárbara esposa de un rico comerciante en ropa y adornos del oriente; junto a doña Remedios mujer solterona, herenciera de buenos caudales y muy beata; caminando todas estas damas comentaban pasajes litúrgicos nocturnos y de curiosidad entre ellas.
Braulio Choque M.
De piel morena, pómulos rosados, nariz pequeña, boca, ojos grandes y expresivos, de la comunidad de Andamarca, era Mamal Urku.
Todas las noches a escondidas de su padre, se encontraba con su enamorado, que se hacía llamar Willi-Willi que pertenecía a la comunidad de Chipaya.
El joven y la kullaka eran novios desde hacía bastante tiempo. En ellos había brotado toda la fuerza del amor, pero sólo se veían de noche, por temor a ser descubiertos.