Rueda Chapaca

Danza Rueda Chapaca

El chapaco es, en su generalidad, el tipo etnológico más homogéneo que actualmente habita en el Departamento de Tarija. Las mujeres son de una belleza sin igual, cuerpos gráciles y cimbreantes, en fin, es un conjunto de gracia y vida.

Este baile demuestra una policromía de colores, ritmo en la danza, rueda en la que lucen su garbo las chapacas, mientras rompen su endecha el erque y la caja juntos, destacándose hilos del deseo; amor que se transfigura en cada una de sus graciosos giros.

Como todos los motivos musicales bolivianos, la rueda chapaca es una danza acompañada de canto "coplas" de origen español.

Coreografía

Este ritmo es vertiginoso y el donaire en las chapacas, la gracia en los varones que al compás del erque y con la manta al cuello de la moza, siguen el son de la rueda. Al compás del violín, chapacos y chapacas, con la alegría en sus rostros salen al baile tomados de las manos, las mismas que se elevan a lo alto, mientras los pies en ágil zapateo marcan el compás que el violín que da con su ritmo uniformidad en sus movimientos y así el baile redondo sigue redondo en sus giros. El zapateado de pascua es emotivo, suave de gracia en esa mística, de la resurrección.

Vestimenta

El Chapaco lleva una camisa de lienzo ancha y holgada, pequeña chaqueta de cachinete, amplio pantalón de bayeta de color gris, calza ojotas con hebillas de plata o pequeñas botas de caña corta bien elaborada. Lleva en la cintura una faja de garbeados colores (chumpi); un cuchillo de hoja, poncho con color rojo oscuro; sombrero de alas grandes; en el cuello lleva un pañuelo de seda de colores chillones, el que sujeta con una sortija o argolla de plata. Por lo general aquellos que han tenido estudio que los denominan letraus o leídos se han adaptado a la vestimenta de la ciudad.

Las mujeres visten pollerita plizada, corta de colores claros alegres, camisa amplia y bordada, un saco de adornos, calza ojotas o botas de charol, usa manta de seda floreada o yerse y entre el elemento pobre, esta la lana tejida de “Caito”, atavío que muy bien podríamos comparar con una maja española.

Música

En lo que respecta a la música, el chapaco lleva tambor, quena y bombo en las procesiones campesinas; alegres notas en las que hablan los villancicos de navidad, canciones sencillas, verbenas, alantuyas, que se ofrendan en el mes de nacimiento de Dios hecho humildad.

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Esta danza al parecer tiene sus orígenes en la corrida de toros, que se convierte en una forma de mostrar el poder del hombre, en este caso del español, el cual derrota a la fuerza bruta representada por el toro.

Este hecho ha debido impactar fuertemente en el nativo, de ahí cuando vieron los aymarás a las vacas, lo primero que hicieron fue representarlas en una danza satirizada llamada Waca Waca en español (vaquería).

Los Tobas, es una danza de tipo oriental parte de muestra cultura autóctona, que simboliza a quienes viven en el bosque milenario, el inmenso llano y el enigmático chaco. Hombres y mujeres de elástico andar, demuestran su belleza y fortaleza con su ritmo contagiante a través de sus saltos acrobáticos y una coreografía singular que representa las tribus selvícolas del sudeste y oriente boliviano.

Origen

El hombre andino reconoce la bondad de la pachamama, que guarda en su seno a sus hijos (muerte), y con su fatalidad productiva reproduce la historia colectiva de los Ayllus.

La Tarqueada es uno de los vehículos de expresión de las creencias e ideales de los pueblos aimaras de Bolivia. Esta fiesta gira en torno al acto profano en la Machaka Chojke (chajlla de la papa nueva) es en la Anata (Diversión), que es practicada desde la navidad hasta carnaval, tiene un significado ritual de súplica, en que sus melodías la recibe de la naturaleza, para pedir clemencia, de la misma naturaleza, para la llegada de la lluvia, o cualquier otro fenómeno climático que afecten a las cementeras.

Los Suri Sikuris aglutina a los más genuinos exponentes de la música pentatónica, simbolizan al cadencioso movimiento del avestruz o ñandú en celo y a los ejecutores de los “Sikus” (Instrumento nativo como zampona) se trata de una danza que bailaban los que se preparaban para salir a cazar ñandúes. Llevando los hombres como parte principal de su indumentaria un sobrero que está adornado con largas plumas de avestruz, que van amarradas a una cañas finas de más o menos de 60 centímetros, motiva una atención al público.

La Saya constituye una de las máximas expresiones folklóricas de los negros de Chicaloma, ya que través de la danza y la música, los negros recuerdan su origen, que los liga al África, lugar de origen de sus antepasados.

Las poblaciones de Coroico, Mururata, Chicaloma, Calacala, coscoma, Irupana son ahora enclaves de producción cultural afroyungueño. La saya es una expresión musical y coreográfica que se caracteriza por presentar elementos africanos. Sin embargo en Bolivia, La Saya es practicada por todas las poblaciones negras dispersas en los Yungas.

Origen

Es una danza de origen prehispánico, considerada como una danza de la nacionalidad colla, guerreros por excelencia, en su indudable carácter marcial, difundido en el departamento de La Paz, caracterizando la vernacular de nuestro folklore, capaz de transmitir en sus notas pentatónicas, las regiones áridas del altiplano, las zonas lacustre y la de propiedad agrícola, que mantiene una importante gravitación en el hecho folklórico de los valles mesotérmicos de la región.

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