Saya

Danza Saya

La Saya constituye una de las máximas expresiones folklóricas de los negros de Chicaloma, ya que través de la danza y la música, los negros recuerdan su origen, que los liga al África, lugar de origen de sus antepasados.

Las poblaciones de Coroico, Mururata, Chicaloma, Calacala, coscoma, Irupana son ahora enclaves de producción cultural afroyungueño. La saya es una expresión musical y coreográfica que se caracteriza por presentar elementos africanos. Sin embargo en Bolivia, La Saya es practicada por todas las poblaciones negras dispersas en los Yungas.

La forma de expresión de la Saya es particular, no tiene parangón con ninguna danza andina o amazónica, es la síntesis cultural de los afroyungueños. Talvez por eso nadie puede interpretar la Saya si no son los propios afroyungueños.

No hay matices ni semejanzas, la Saya es la Saya, el caporal es el caporal. Por lo tanto la danza y música de la saya es una manifestación cultural afro- yungueña propia de los negros.

Música

El lenguaje musical del negro deja expreso todo su sentimiento, en las interminables melodías que bailan al son de tambores y bombos.

El ritmo y la forma de interpretar, empieza con raíces africanas, que a su vez se clasifican en tres grupos. Coplas de carácter cívico coplas dedicadas a su Santo patrón (Sr. Del Gran Poder) y finalmente las dedicadas a la libertad.

Instrumentos Musicales

La Saya es interpretada por instrumentos de percusión, nueve membranófonos y un idiófono, divididos de la siguiente manera:

Membranófonos

Tambor o bombo mayor 2
Sobre tambor 2
Requinto 2
Sobre requinto 2
Gangingo 1

Idiofonos
Coancha 1
Cada bombo tiene diferentes sonidos, el ritmo que se toca es diferente en cada bombo y están fabricados de cuero de oveja y madera de ajuajo.

Vestimenta

Las mujeres llevan una blusa de colores vivos, adornados con cintas de diferentes colores y con riquísimos bordados en el pecho y las mangas. La pollera es de Chola Paceña de diferentes colores y calidad. En una mano, el sombrero, en la otra planchada, una mantilla andaluz.

Los hombres llevan una camisa con mangas cortas, el pantalón es de color blanco, suspendido hasta la rodilla, una faja aymará en la cintura. Llevan una pañueleta de seda, la cual va amarrada al cuello, el sombrero es de paja y en los pies sandalias o abarcas.

La danza de la Saya está estructurada como una tropa de danzantes de hombres y mujeres. Originariamente el caporal o capataz se diferencia de los demás danzarines por llevar una vestimenta diferente: con un chicote en la mano, como signo de autoridad, un pantalón o colán blanco decorado, botas gruesas con cascabeles y otros adornos que lo diferencian del resto de los componentes. El Caporal en la Saya representa la jerarquía y el orden dentro de la danza.

A parte del Capataz, hay la mujer guía que ordena los cantos en la Saya y dirige el grupo de mujeres.

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Esta danza al parecer tiene sus orígenes en la corrida de toros, que se convierte en una forma de mostrar el poder del hombre, en este caso del español, el cual derrota a la fuerza bruta representada por el toro.

Este hecho ha debido impactar fuertemente en el nativo, de ahí cuando vieron los aymarás a las vacas, lo primero que hicieron fue representarlas en una danza satirizada llamada Waca Waca en español (vaquería).

Los Tobas, es una danza de tipo oriental parte de muestra cultura autóctona, que simboliza a quienes viven en el bosque milenario, el inmenso llano y el enigmático chaco. Hombres y mujeres de elástico andar, demuestran su belleza y fortaleza con su ritmo contagiante a través de sus saltos acrobáticos y una coreografía singular que representa las tribus selvícolas del sudeste y oriente boliviano.

Origen

El hombre andino reconoce la bondad de la pachamama, que guarda en su seno a sus hijos (muerte), y con su fatalidad productiva reproduce la historia colectiva de los Ayllus.

La Tarqueada es uno de los vehículos de expresión de las creencias e ideales de los pueblos aimaras de Bolivia. Esta fiesta gira en torno al acto profano en la Machaka Chojke (chajlla de la papa nueva) es en la Anata (Diversión), que es practicada desde la navidad hasta carnaval, tiene un significado ritual de súplica, en que sus melodías la recibe de la naturaleza, para pedir clemencia, de la misma naturaleza, para la llegada de la lluvia, o cualquier otro fenómeno climático que afecten a las cementeras.

Los Suri Sikuris aglutina a los más genuinos exponentes de la música pentatónica, simbolizan al cadencioso movimiento del avestruz o ñandú en celo y a los ejecutores de los “Sikus” (Instrumento nativo como zampona) se trata de una danza que bailaban los que se preparaban para salir a cazar ñandúes. Llevando los hombres como parte principal de su indumentaria un sobrero que está adornado con largas plumas de avestruz, que van amarradas a una cañas finas de más o menos de 60 centímetros, motiva una atención al público.

El chapaco es, en su generalidad, el tipo etnológico más homogéneo que actualmente habita en el Departamento de Tarija. Las mujeres son de una belleza sin igual, cuerpos gráciles y cimbreantes, en fin, es un conjunto de gracia y vida.

Este baile demuestra una policromía de colores, ritmo en la danza, rueda en la que lucen su garbo las chapacas, mientras rompen su endecha el erque y la caja juntos, destacándose hilos del deseo; amor que se transfigura en cada una de sus graciosos giros.

Origen

Es una danza de origen prehispánico, considerada como una danza de la nacionalidad colla, guerreros por excelencia, en su indudable carácter marcial, difundido en el departamento de La Paz, caracterizando la vernacular de nuestro folklore, capaz de transmitir en sus notas pentatónicas, las regiones áridas del altiplano, las zonas lacustre y la de propiedad agrícola, que mantiene una importante gravitación en el hecho folklórico de los valles mesotérmicos de la región.

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