Los viajes de Colón

Primer viaje

Colón se asoció con los hermanos Yañez Pinzón, y con el dinero facilitado a la reina por el tesorero de Fernando V, el judío Santangel, se compraron y armaron tres carabeles que tenían como desplazamiento una cien toneladas cada una. Los nombres tradicionales fueron: Santa María, La Pinta y La Niña. La tripulación, constituida por 120 hombres, fue alistada en la región de los puertos en el sur de Andalucía. Cristobal Colón iba de Almirante en la Santa María, llevando de piloto al vizcaino Juan de la Cosa. En La Pinta iba como piloto Francismo Martín Pinzón y como comandante Martín Alonzo Pinzón. En La Niña viajaba como jefe Vicente Yañez Pinzón y como piloto uno de los dueños de las carabelas, Pedro Alonso Niño.

La expedición salió de Palos el 3 de agosto de 1492. Se proveyó de agua en las Canarias y siguió rumbo al sudoeste, arribando después de un viaje sin contratiempos a la isla Guanahani en la mañana del 12 de Octubre de 1492, fecha memorable para la historia de la humanidad, pues un nuevo continente fue descubierto para la cultura de los pueblos de occidente. El primer grito de tierra fue dado, según la tradición, por el marinero Rodrigo de Triana.

Colón después de desembarcar en la isla Guanahani, exploró otras islas. Llegó a Cuba y después a la isla Española (hoy Haiti), donde fundó el Fuerte de la Natividad. Regresó a España con sólo La Pinta y la Niña, pues la Santa María se perdió en una tormenta. El viaje de regreso fue accidentado y los arriesgados navegantes se dispersaron, llegando Colón a las costas portuguesas de donde pasó a España. El almirante del mar océano fue recibido por los Reyes Católicos en la ciudad de Barcelona. Allí dió cuenta de su viaje y mostró a los reyes los productos de la fauna y flora americanas, presentando además algunos nativos de las islas que llamaron poderosamente la atención, tanto por su raza como por su vestimenta.

Segundo viaje

El segundo viaje de Colón hacia el nuevo mundo se hace del puerto de Cádiz, el 25 de septiembre de 1493. Entre su tripulación se encontraba Fray Diego Buil, Diego Álvarez Chanca, médico destacado, Alonso de Ojeda y Diego Colón. El 3 de noviembre llegó a las pequeñas Antillas, descubriendo la isla Dominicana y otras. El 16 de noviembre descubrió la isla de Boriquen (Puerto Rico) y otra que denominó San Juan Bautista.

Luego arribó al fuerte de Natividad, construido durante el primer viaje en la isla española, así se enteró que había sido destituido por los caciques Caonabó y Mayrení, quienes habían dado muerte a toda la guarnición.

En mayo de 1494 construyó una nueva fortaleza: La Isabela, donde dejó de Gobernador a su hermano Bartolomé, quién demostró gran pericia en su gobierno. Colón exploró el sur de la Española y fundó la población de Santo Domingo. De regreso a España desembarcó en Cádiz en 1496 y fue recibido en Burgos por los reyes Fernando e Isabel, quienes demostraron gran benevolencia, concediéndole nuevos favores.

Tercer viaje

El tercer viaje de Colón salió del puerto de Sanlúcar de Barrameda en mayo de 1498, haciendo escala en Puerto Santo y Madera de donde pasa a las Canarias. En este viaje descubre la Costa Occidental del continente en la desembocadura de Orinoco (Venezuela) a la que denomina Tierra Firme.

A Colón no le faltaron los enemigos, estos consiguieron que se nombrara a Francisco de Bobadilla como juez pesquisidor y, dos meses más tarde, como Juez y Gobernador de la Española. Bobadilla llegó a Santo Domingo en agosto de 1500 y como Colón se negó a reconocer sus poderes fue puesto preso y encerrado en una fortaleza.

Cuarto viaje

En 1502 Colón hizo velas rumbo a las Canarias, en junio llegó a la Martinica y siguió su viaje hasta la isla Española, sin entrar al puerto de Santo Domingo pasó por las islas de Santa Cruz y Puerto Rico con rumbo a tierra firme. Llegó a los Cayos de Morant (Jamaica) y, llevado por las corrientes, llegó a Cuba y a la isla de los Pinos. Con dirección sur descubrió los Cabos de Honduras y otras tierras de América Central.

Pocas semanas después dejó de existir la reina Isabel, Colón que había llegado enfermo, no pudo salir de Sevilla hasta mayo del año siguiente en que se trasladó a Segovia donde se encontraba el rey con su corte.

Abatido por su enfermedad y lleno de pesares morales, murió en Valladolid el 21 de mayo de 1506, después de recibir los sacramentos.

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Al terminar la conquista sólo existía la clase de los vencedores, o sea los hidalgos, soldados y encomenderos y la de los vencidos, o sea el pueblo indígena. Pronto, por táctica y aun por conveniencia, los españoles reconocieron a las antiguas autoridades incaicas y aimaras dándoles los mismos privilegios que tenían los españoles nobles. Así subsistieron bajo la tutela española los incas principales, los caciques regionales, los mandones etc.; todos ellos eran objeto de atenciones y se les rendía homenaje al igual que a los españoles.

La más alta autoridad jurídica y administrativa en el territorio del Alto Perú, durante los tres siglos de la colonia, fue el organismo conocido con el nombre de Audiencia de Charcas.

El siglo XVI se cierra condos expediciones más: la de Álvarez de Maldonado y la de Tordoya.  El primero entró en 1567 a los territorios de los chunchos por los Andes de Opotari y fundó una ciudad con el nombre de Vierso. Desde ahí envió a Mnauel de Escóbar con ochenta hombres para que internándose en las llanuras efectuarse nuevas fundaciones.

Álvarez de Maldonado fue el explorador que más ampliamente conoció las tierras del norte de Bolivia en su época, recorriendo más de 200 leguas.  Volvió a entrar en la región de los chunchos en 1573, pero su expedición fracasó.

Lorenzo Suárez de Figueroa fue gobernador en 1581. En 1590 fundo San Lorenzo el Real, ciudad ubicada entre Santa Cruz la Vieja y Charcas. Cinco años después, San Lorenzo se traslado a los llanos de Grigota, pasando a ser de la gobernación de Santa Cruz de la Sierra. A su vez, la ya fundada ciudad de Santa Cruz 1561,,, conocida también como Santa Cruz de la Vieja, se traslado a Cotoca (1601 - 1604) por indicación del oidor de la Audiencia, Francisco de Alfaro, quien fue al oriente a pedir cuentas al gobernador Mate de Luna.

En 1556, el virrey Andrés Hurtado de Mendoza, Marqués de Cañete, recibió la noticia de la existencia de una zona sin colonizar, al otro lado de las llanuras, al sudoeste de los Charcas y dentro de su jurisdicción. Con la intensión de poblar estas tierras encarga una expedición al capitán don Andrés Manso Sierra de Leguízamo, quien había estado anteriormente en Potosí y Charcas.

Por provisión del Virrey Don Francisco de Toledo emitida el 22 de enero de 1574, se encarga al Capitán Don Luis Fuentes la fundación de una villa en el valle de Tarija, en los términos y región de los chiriguanos. Fuentes y 45 españoles se pusieron en camino hacia el sur del país; llegados a las faldas del Calama, lugar habitado por los “tomatas”, hicieron un fuerte para contener las posibles acometidas de los chiriguanos.

Desde el año 1542 un núcleo de colonizadores españoles habitaba en el valle de Kjocha Pampa, al lado del poblado indígena de Canata. Diez años más arde uno de los capitanes de Pizarro, Garci Ruiz de Orellana, compró tierras a los caciques de Sipesipe, Achatay y Cosavana y sobre estas propiedades y otras vecinas, por encargo del virrey Toledo, se fundó la Villa de Oropesa el 2 de agosto de 1571. Recibió este nombre en homenaje al título del virrey.