Levantamientos previos

El año de 1780 todo el Bajo y Alto Perú se hallaba levantado; la causa, que dieron los su-blevados como razón inmediata, fue el nuevo impuesto de aduana contra el cual se levantaron Arequipa y Cuzco y en Charcas La Paz, Cochabamba y la sede de la audiencia. El grito de rebelión fue "Viva el Rey y muera el mal gobierno". En La Paz es donde este alzamiento tuvo mayores alcances; a media noche del 12 de marzo de 1780 tocaron a rrebato todas las iglesias de la villa, congregándose dos mil hombres. No pudieron los revoltosos dar con el corregidor ni con los funcionarios de la Real Hacienda, lo que les salvó la vida. Corrían por todas partes pasquines sobre los nuevos impuestos y las autoridades que querían cobrarlos; en ellos por primera vez se va en forma abierta contra el rey en los siguientes términos: "Viva la ley de Dios y la pureza de María y muera el rey de España y se acabe el Perú, pues él es causa de tanta inquietud...".

Junto a las quejas de los indios contra los corregidores se sumaba el descontento por algunos curas que, además de dar mal ejemplo, abusaban de los indígenas, exigiendo de ellos contribucio-nes contra toda ley y justicia. Este mal, que se agudizó a fines del XVIII, era contrarrestado por sacerdotes que compadecidos de la condición de los naturales, predicaban contra los abusos de que eran objeto y, en el terreno de los hechos, contribuían directamente a la sublevación. Por esta causa varios sacerdotes fueron apresados y algunos procesados en España; entre los primeros podemos citar a Antonio Valdés, cura de Tinta y amigo de Tupac Amaru, a José Moruri y a los curas de Zepita, Puno y otros pueblos circundantes.

Es interesante hacer notar también que en años anteriores a la sublevación, habían protestado en favor del indio y contra los repartos de los corregidores el obispo del Cuzco, Agustín Gorrochategui y el obispo de La Paz Gregorio Francisco Campos. Estos dos prelados, conjuntamente con el gobernador de Potosí, Don Ventura Santelices y Venero, hombre austero y de irreprochables costumbres, elevaron sus quejas a las autoridades superiores en defensa del indígena. Santelices elevó su memorial hasta el mismo Consejo de Indias.

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Todas las sublevaciones ocurridas en la ciudad de Oruro tuvieron un carácter especial, pues en ellas los criollos y mestizos se adhieren prontamente a todo levantamiento indígena. Esto preocupo a las autoridades, sobre todo cuando se enteraron de los levantamientos de Túpac Amaru y Túpac Katari. Estos antecedentes, eran graves, sobre todo si se tiene en cuenta el estado económico de esta urbe minera, cuya franca decadencia había creado un clima de descontento y hostilidades.

Los indios volvieron a tomar posiciones y, por consejo de Andrés Túpac Amaru, intentaron el mismo golpe que en Sorata: construir un dique para inundar la ciudad, pero, felizmente para sus habitantes, el dique reventó antes de lo previsto sin causar el daño esperado. No tuvieron los sitiadores tiempo de hacer otro ni madurar un nuevo plan, pues los Virreyes de Lima y Buenos Aires se habían puesto de acuerdo y venían con tropas desde ambas partes a defenderla ciudad.

Andrés Túpac Amaru, después de la ejecución de su tío inca José Gabriel, conquisto toda la provincia de Larecaja, sitiando luego el pueblo de Sorata. Tres meses duró el asedio sin que sitiadores ni sitiados cedieran. Los sorateños fueron intimados a la rendición, cuando ya estaban extenuados por falta de víveres. La resistencia de los vecinos fue heroica, hasta costarles la vida. Túpac Amaru ingeniosamente hizo que durante el sitio sus tropas se ocuparan de construir un dique que fue desbordado, arrasando la población y ahogando a la mayor parte de sus habitantes, el 5 de agosto de 1781.... leer mas...

Nace el pueblo de Ayo Ayo, provincia de Sicasica, pertenecía a la masa indígena y toma su nombre, combinando los de los más grandes caudillos de la rebelión. Apaza era analfabeto y tenía muy poca preparación. A veces lo han tratado de impostor alegando que se había erigido jefe en forma arbitraria y con nombre supuesto; sin embargo, el Presidente de la Audiencia de Charcas, Ignacio Flores, por testimonio de la mujer de Túpac catari, nos dice que el caudillo estuvo dos veces en Tungasuca hablando con Túpac Amaru.

Uno de los mayores focos descontento estaba en Chyanta, allí desarrolla su labor el cacique Tomás Catari, quien estaba en comunicación con Tupac Amaru. Era fácil de comprender por qué esta región fue uno de los centros más importantes del levantamiento si tenemos en cuenta la cercanía de Chayanta a las minas de Potosí a donde se envía mitayos para trabajar en el Cerro Rico.

José Gabriel Condorcanqui, descendiente de Tupac Amaru (el inca que hizo ajusticiar el virrey Toledo, decidió restablecer el incario ; no en un régimen semejante al antiguo Imperio del Sol, sino en uno que, manteniendo la monarquía de los aborígenes, sustituyera al español. Tenía pensado proclamarse inca o rey y que bajo su autoridad se mantuvieran cuatro virreyes.

Vuelto Amat a España, toma el mando del Perú el virrey Guirior, quien ya no gobernó sobre la audiencia de Charcas. Su actitud se distingue por una extrema prudencia y por las sabias medidas que tomó en favor de los naturales; se negó a todas las peticiones que se le hicieran para el empleo de indios mitayos en Huancavelica. Era enemigo de los repartimientos y del monopolio mercantil de los corregidores.