Todas las sublevaciones ocurridas en la ciudad de Oruro tuvieron un carácter especial, pues en ellas los criollos y mestizos se adhieren prontamente a todo levantamiento indígena. Esto preocupo a las autoridades, sobre todo cuando se enteraron de los levantamientos de Túpac Amaru y Túpac Katari. Estos antecedentes, eran graves, sobre todo si se tiene en cuenta el estado económico de esta urbe minera, cuya franca decadencia había creado un clima de descontento y hostilidades.
La orden de los jesuitas, consagrada a la conquista espiritual de América, cuenta en su haber con el establecimiento de varios grupos misionales. Así tenemos las misiones del Paraguay, Moxos y Chiquitos que llegaron a ser ejemplo de vida de comunidad con autoabastecimiento y perfecta organización.
Los padres Leturia y Barace regresaron a Santa Cruz, desde donde introdujeron cabezas de ganado vacuno a la región del Beni, que en 200 años han dado por resultado la enorme riqueza de ganado que hoy tiene el citado departamento.
Prosiguiendo con sus conquistas espirituales, el padre Barace agrupo a varios indígenas del Maguhana en el antiguo sitio donde se había establecido ante los padres Bermudo y Aller. En el año de 1686, a orillas del rio Mamoré, fundó la misión de la Santísima Trinidad; así el Padre Barace es el verdadero fundador de la ciudad de Trinidad (Beni).