Plan decenal. La Crisis de COMIBOL y el Plan Triangular

Se creó el ministerio de Planeamiento y Coordinación, cuyo primer ministro fue el Dr. Roberto Jordán Pando. Los nuevos criterios reflejados en el llamado “Plan decenal” y la necesidad de un desarrollo armónico del país, determinaron la creación de esta nueva secretaría de estado. El “Plan decenal” proponía un desarrollo coherente y planificado a largo plazo como no se había hecho en el pasado. Participaron en su redacción Roberto Jordán Pando, José Fellmann y Juan Valdivia. El plan económico del MNR fue uno de los instrumentos más importantes de diagnosis y planificación de la economía boliviana sobre presupuestos serios y sobre todo con una visión a largo plazo que había sido poco frecuente en Bolivia. El plan de Jordán seguía la ruta del plan Bohan de 1942 y del plan Guevara de 19)5, respondiendo a los desafíos de crecimiento integral y diversificado de nuestra economía.

La Crisis de COMIBOL y el Plan Triangular

El mal manejo de la empresa minera del estado, llevó la situación en pocos años a pérdidas sistemáticas, por la alta burocracia, la baja productividad y los altísimos costos de producción.

En 1961 se diseñó, el Plan Triangular, uno de los proyectos de ayuda más ambiciosos, que tenía por objeto la rehabilitación de la COMIBOL; contaba con la participación de los Estados Unidos, el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y Alemania Federal. Hasta 1964 se habían financiado 27 millones de dólares destinados a una diversificación de la producción, proyectos de exploración de nuevos yacimientos y racionalización administrativa. El plan se mantuvo vigente hasta la administración Barrientos, con resultados muy poco alentadores.

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El problema de la sucesión presidencial acabó por desmoronar toda la estructura del partido de gobierno. Víctor Paz Estenssoro decidió ir a la reelección, un grave error político. Inmediatamente varios sectores del MNR declararon su oposición.

En abril de 1962, siendo canciller José Fellmann Velarde, el país rompió relaciones diplomáticas con Chile a raíz de la actitud unilateral e inconsulta de esa nación de desviar las aguas del río Lauca, de curso común, perjudicando los intereses y pasando sobre los derechos de Bolivia. La ruptura de relaciones reafirmó además la posición boliviana de reclamo permanente por la forzada mediterraneidad, a causa de la usurpación chilena de 1879. Una vez más se constataba que Chile fue desde siempre nuestro vecino más difícil y menos dispuesto a una relación de mutuo respeto.

El Congreso de 1961 se abocó a la redacción y aprobación de un nuevo texto constitucional para el país, que estuviera acorde con el proceso que se vivía Era el décimo cuarto texto constitucional de la historia. Su legalidad ha sido cuestionada por haberse sancionado a nivel congresal y no a través de una asamblea constituyente.

El tercer gobierno de la Revolución Nacional comenzó con un espíritu distinto al de 1952. Se trataba de una etapa de consolidación e impulso para el desarrollo. El Presidente había madurado sus ideas y consideraba que realizadas las transformaciones centrales que el país necesitaba, se imponía una etapa de institucionalización y de inserción de Bolivia en la economía mundial, creía en la inversión externa, en su papel indispensable para el crecimiento económico y en la necesidad de generar ahorro interno.

Durante el gobierno de Hernán Siles se produjeron varios hechos, algunos ya mencionados, que produjeron el inicio de la fractura del MNR que a la larga se tornó en una de las razones de su caída.

El plan de estabilización monetaria originó, como vimos, una ruptura entre dos alas del partido, la eliminación del co-gobiemo con la COB y el enfrentamiento entre Siles y Nuflo Chávez. Siles estaba apoyado por Wálter Guevara, su ministro de Gobierno, y Nuflo confluyó al ala izquierda liderizada por Lechín.

Durante los doce años de gobierno del MNR la oposición política, reprimida sin tregua, fue simbolizada por la Falange Socialista Boliviana (FSB) bajo la inflamada dirección de Óscar Unzaga, Germán Aguilar Zenteno, Guillermo Kenning y otros. En toda su vida política la etapa más importante de FSB, paradójicamente, fue ésta, en que actuó como partido opositor al MNR. A FSB se unieron independientes y otros partidos contrarios al régimen.

Únzaga, hombre de una curiosa devoción casi mística a sus ideas políticas y religiosas, simbolizó a parte de una generación idealista intransigente, que quizás no comprendió la magnitud de los cambios que se realizaron en el país desde 1952, pero que fue coherente con sus ideas y sus principios.