Los Campos de Concentración

El gobierno revolucionario optó por la aplicación de métodos violentos y represivos que garantizaran lo que en los hechos fue una dictadura de partido. El 23 de octubre de 1952 (D.S. 02221), se establecieron prisiones bajo administración militar en Corocoro (La Paz), Uncía (Potosí), Catavi (Potosí) y Curahuara de Carangas (Oruro). Tres de los cuatro campos estaban ubicados en importantes centros mineros. Por una lado los militares y por otro los mineros, fueron convertidos en custodios de campos de concentración. Allí eran llevados presos los opositores que eran vejados y torturados sin contemplaciones.

En Catavi en 1953 había un contingente de 131 presos, en Curahuara entre 1953 y 1954, 245 presos. Se justificó estos excesos con el argumento de que se ejercía una violencia revolucionaria y antioligárquica para sostener la estabilidad de la Revolución. Este es uno de los rasgos más criticables de ese proceso político en el que la intransigencia y los abusos se convirtieron en moneda corriente, agudizando una práctica que fue común en el pasado (los gobiernos de Hertzog y Urriolagoitia por ejemplo, usaron la isla de Coati en el lago Titicaca como cárcel de los presos políticos). La etapa más dura de la represión le correspondió al ministro de Gobierno Federico Fortún. Nombres como Claudio San Román, Luis Gayan Contador, Emilio Arze Zapata, Alberto Bloomfield, Rene Gallardo, Juan Peppla y Adhemar Menacho son de triste memoria para muchos ciudadanos que sufrieron el funcionamiento del llamado “control político”. Unos a la cabeza de todo el sistema represivo, otros dirigiendo campos de concentración, otros en acciones directas de tortura y vejación de los detenidos.

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El problema de la sucesión presidencial acabó por desmoronar toda la estructura del partido de gobierno. Víctor Paz Estenssoro decidió ir a la reelección, un grave error político. Inmediatamente varios sectores del MNR declararon su oposición.

En abril de 1962, siendo canciller José Fellmann Velarde, el país rompió relaciones diplomáticas con Chile a raíz de la actitud unilateral e inconsulta de esa nación de desviar las aguas del río Lauca, de curso común, perjudicando los intereses y pasando sobre los derechos de Bolivia. La ruptura de relaciones reafirmó además la posición boliviana de reclamo permanente por la forzada mediterraneidad, a causa de la usurpación chilena de 1879. Una vez más se constataba que Chile fue desde siempre nuestro vecino más difícil y menos dispuesto a una relación de mutuo respeto.

El Congreso de 1961 se abocó a la redacción y aprobación de un nuevo texto constitucional para el país, que estuviera acorde con el proceso que se vivía Era el décimo cuarto texto constitucional de la historia. Su legalidad ha sido cuestionada por haberse sancionado a nivel congresal y no a través de una asamblea constituyente.

Se creó el ministerio de Planeamiento y Coordinación, cuyo primer ministro fue el Dr. Roberto Jordán Pando. Los nuevos criterios reflejados en el llamado “Plan decenal” y la necesidad de un desarrollo armónico del país, determinaron la creación de esta nueva secretaría de estado. El “Plan decenal” proponía un desarrollo coherente y planificado a largo plazo como no se había hecho en el pasado. Participaron en su redacción Roberto Jordán Pando, José Fellmann y Juan Valdivia.

El tercer gobierno de la Revolución Nacional comenzó con un espíritu distinto al de 1952. Se trataba de una etapa de consolidación e impulso para el desarrollo. El Presidente había madurado sus ideas y consideraba que realizadas las transformaciones centrales que el país necesitaba, se imponía una etapa de institucionalización y de inserción de Bolivia en la economía mundial, creía en la inversión externa, en su papel indispensable para el crecimiento económico y en la necesidad de generar ahorro interno.

Durante el gobierno de Hernán Siles se produjeron varios hechos, algunos ya mencionados, que produjeron el inicio de la fractura del MNR que a la larga se tornó en una de las razones de su caída.

El plan de estabilización monetaria originó, como vimos, una ruptura entre dos alas del partido, la eliminación del co-gobiemo con la COB y el enfrentamiento entre Siles y Nuflo Chávez. Siles estaba apoyado por Wálter Guevara, su ministro de Gobierno, y Nuflo confluyó al ala izquierda liderizada por Lechín.

Durante los doce años de gobierno del MNR la oposición política, reprimida sin tregua, fue simbolizada por la Falange Socialista Boliviana (FSB) bajo la inflamada dirección de Óscar Unzaga, Germán Aguilar Zenteno, Guillermo Kenning y otros. En toda su vida política la etapa más importante de FSB, paradójicamente, fue ésta, en que actuó como partido opositor al MNR. A FSB se unieron independientes y otros partidos contrarios al régimen.