Noción de materia. Entre las cosas que nos rodean y que constituyen nuestro mundo, algunas son materiales y otras inmateriales; esto lo sabemos por un conocimiento meramente intuitivo. Las imágenes virtuales que reflejan los espejos y los continuos y variados sonidos que percibimos, pertenecen a este vasto campo de lo inmaterial. Grabamos los sonidos y los almacenamos en un disco o cinta, pero al reproducirlos adquieren de nuevo su fugaz inmaterialidad.
En cambio, es evidente, que un pupitre, una mesa y el pizarrón son objetos que no se prestan a discusión en lo concerniente a su carácter material; los palpamos, poseen dimensiones ocupan un espacio y tiene peso. Si consideramos un vaso lleno de agua apreciaremos que el líquido ocupa también un espacio y que adquiere, la forma del recipiente que la contiene excepto por la superficie la cual es plana; si botamos el agua nos percataremos de que el vaso ahora pesa menos, debido a que el líquido tenía peso.
No vacilamos en afirmar, por tanto, que lo, bólidos y el líquido considerados como ejemplos son materiales, ya que sus características se ajustan al criterio de aquellas cosas que hemos convenido intuitivamente en llamar “materiales”. Y ¿qué decir del aire que nos rodea? ¿Será material o inmaterial? ni lo vemos ni lo tocamos y sólo nos damos cuenta de que nos falta cuando nos encontramos reunidos con muchas personas en un local reducido; pero, aun así, es esa una sensación de malestar muy propia de cada quien y que no demuestra en absoluto que el aire sea material. Pero si tomamos un tubo de ensayo invertido y lo introducimos en un recipiente con agua, observaremos que el líquido no penetra completamente en el interior del tubo: hay “algo material” que se lo impide, que está llenando un espacio y que no permite que “su espacio” sea ocupado por el agua. Inferimos que el tubo de ensayo contiene aire y que éste es una variedad material distinta a los sólidos y a los líquidos, menos tangible, pero indudablemente real puesto que ocupa espacio y se llega a pesar y a medir mediante procedimientos adecuados.
En los ejemplos analizados anteriormente se manifiestan invariablemente dos características coincidentes: ocupar un espacio y poseer masa. Afirmamos que todas las cosas que componen nuestro mundo físico tienen un constituyente común que es la materia, y la definimos diciendo que materia es todo aquello que ocupa un espacio y tiene masa.
La materia se ha definido no por lo que es en sí, sino por sus manifestaciones. El conocer la materia representa uno de los problemas más apasionantes de la ciencia y en capítulos posteriores nos referimos a los hechos que ha esclarecido el hombre en relación con este aspecto fundamental del conocimiento.