Lugar y ambiente de desarrollo. a) El árbol de la goma, llamado también siringa, hevea o Siphonia brasilensis, desarrolla originaria y espontáneamente en la Hoya Amazónica, constituyendo las estradas gomeras (zonas que comprenden de 120 a 180 árboles). Fue conocido y utilizado en la América desde hace más de cuatro siglos.
Características. a) Parte de la planta que tiene por objeto reproducir y perpetuar la especie, bajo condiciones adecuadas de la Naturaleza; es elemento integrante del fruto.
b) La semilla de haba nace a los diez días, presentando dos pequeñas hojas; cuando se halla verde o dañada, sin llegar a su completa madurez, deja de germinar.
Estructura. La Semilla en general, consta de varias partes, siendo dos las principales:
1) Cotiledones: Son dos hojas gruesas feculentas y albuminoideas que sirven para nutrir durante la vida inicial de la nueva plantita; por eso se dice que el haba y otras semillas que tienen dos cotiledones, son Dicotiledóneas; en cambio, otras semillas que tienen un solo cotiledón (como el maíz), se dice que son Monocotiledóneas.
2) Embrión: Elemento de la semilla que tiene la vida en latencia, entrando en plena actividad sólo desde el momento que se inicia el fenómeno de la germinación. Se puede decir que el embrión representa una plantita en miniatura, porque posee la gémula, el talluelo y las raicillas.
Diseminación. La Naturaleza es tan sabia que se vale de ciertos agentes para transportar las semillas a otros lugares, donde la germinación y crecimiento de la futura planta no puedan ser perjudicados por el desarrollo de la planta madre. Entre estos factores se tienen:
a) El viento: Hay semillas que debido a un dispositivo especial, como el sauce, por ejemplo, flotan en el aire para ser conducidas por el viento a lugares apropiados.
b) El agua: Hay semillas, como los cocos y manzanas, por ejemplo, que no se pudren en el agua porque tienen protecciones impermeables y que flotando en la superficie de un río o arroyo, cambian de lugar para crecer en las playas o riberas.
c) Los animales: Algunas semillas, como el cacao, están recubiertas por un tegumento protector e inatacable por los jugos digestivos; de tal suerte que cuando logran pasar intactas al estómago de los ávidos y traviesos monos, son arrojadas después, con sus excrementos, en terreno fecundante; explicándose así la existencia de zonas de “chocolatales” en los bosques de nuestros yungas y de nuestros llanos. Igualmente las aves suelen trasportar, en esta forma, las semillas del molle, muérdago y de muchas otras plantas. Algunas otras semillas que poseen garfios se adhieren al cuerpo lanoso o peloso de ciertos animales, y también a la ropa del hombre, siendo de este modo, trasladadas a otro lugar.
Factores de germinación. Para que la semilla desarrolle normalmente desde su germinación, son necesarios e imprescindibles ciertos factores externos e internos del vegetal en crecimiento. A saber:
1) Internos: Los factores internos que contribuyen al normal desarrollo de la germinación son:
a) Semilla bien conformada, con todos sus elementos constitutivos y abundantes reservas nutritivas en los cotiledones.
b) Semilla completamente madura, a fin de que todo el desarrollo del embrión esté terminado.
c) El embrión no debe estar dañado y deberá conservar toda su vitalidad y poder germinativo, para mudar de vida latente a vida activa, colocado dentro de tierra.
2) Externos: Los principales factores externos de germinación, son:
a) Tierra: Debe ser labrada y mullida; con los elementos necesarios e indispensables para la germinación de la semilla y desarrollo adecuado de la planta.
b) Abonos: Las tierras de cultivo deben contener, sobre todo, la capa de “humus” o “mantillo” (constituida de cuerpos orgánicos, especialmente de hojas des-compuestas). Cuando el terreno está ya esquilmado, es indispensable abonar (hay abonos naturales y químicos).
c) Agua: Es necesaria la humedad, tanto para que se produzcan las reacciones químicas internas, cuanto para que se reblandezcan, se hinchen y se rompan los tegumentos y cotiledones de las semillas a fin de dar paso a las raicillas y talluelo de la minúscula plantita.
d) Aire: Constituye factor indispensable para que pueda respirar el embrión sea en su estado latente o de plena vitalidad. Por eso las semillas, en general, desarrollan mejor en terreno debidamente laborado (arado, removido, mullido y pulverizado).
e) Calor: El calor es otro poderoso factor determinante de la debida germinación de la semilla; la temperatura más adecuada para el desarrollo de este fenómeno es la que fluctúa entre 20° y 30° (grados) centígrados; pero depende mucho de la calidad y aclimatación de las plantas, pues existen vegetales típicos de zonas geográficas (del trópico, del valle, del altiplano).
Nota: No siempre las plantas se propagan por semilla, sino también por otros procedimientos artificiales, de los que el hombre, sobre todo el fruticultor, sabe sacar buen partido: injertos, acodos, gajos y estacas.