El Litoral boliviano

Cuando Bolivia nació a la vida independiente, el litoral era uno de los seis partidos de Potosí. El 29 de Enero de 1825 el Mariscal Sucre clarificó la división política de Bolivia. Las intendencias o presidencias fueron convertidas en departamentos. Bolivia quedó dividida en cinco departamentos: Chuquisaca, La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Potosí. Los departamentos fueron divididos en provincias y estas en cantones. Atacama fue una de las provincias dependientes de la prefectura de Potosí, su capital era San Pedro de Atacama.

El 1º de Julio de 1829 el Mariscal Andrés de Santa Cruz mediante decreto transformó Atacama en una provincia independiente con un gobernador que respondía directamente al Presidente y con la nueva denominación de provincia Litoral, una jerarquía intermedia superior a una provincia común, pero inferior a un departamento. En 1839 el Presidente José Miguel de Velasco elevó el rango del Litoral a distrito con un prefecto.

Finalmente, el I2 de Enero de 1867 el gobierno de Mariano Melgarejo creó el departamento del Litoral. Sobre la base de las provincias que desde siempre tuvo el Litoral con el denominativo genérico de Mejillones (probablemente por ser el punto de mayor riqueza económica de ese territorio) que dio lugar al departamento Litoral.

Políticamente el Litoral se dividía en dos provincias, La Mar capital Cobija, que era además capital de todo el distrito y Atacama capital San Pedro de Atacama. Los cantones eran San Pedro de Atacama, Chiu Chiu, Calama, Rosario, Susquez, Conche y Antofagasta (no la actual ciudad portuaria que recién nació en 1867). La decadencia económica de Cobija sumada a los movimientos telúricos que la afectaron, determinó en los hechos (sin mediar documento oficial conocido que así lo establecerá) que desde 1875 la capital del departamento fuera Antofagasta. Allí residía el prefecto.

La población del Litoral tenía al nacer la república alrededor de 3.700 habitantes. En 1855, 5.500 habitantes y en el momento de la guerra alrededor de 15.000 almas. El hecho más dramático es que la gran mayoría de esa población era de origen chileno, lo que determinó una casi nula resistencia civil al despojo de 1879. Las principales poblaciones eran Calama, San Pedro de Atacama y Caracoles dentro del territorio y Cobija, Tocopilla, Mejillones, Antofagasta (el punto más importante de población con 6.000 habitantes) y Taltal.

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El gobierno de Gutiérrez Guerra vivió en la zozobra permanente.

Los conservadores eran católicos por tradición. Quizás el más importante de ellos fue Mariano Baptista que dio muestras muy claras de su catolicismo, antes y durante su presidencia. No se puede olvidar tampoco la egregia figura de Juan de Dios Bosque (1829-1890). La confrontación estado iglesia se presentó cuando subió al poder el liberalismo. Muchos eclesiásticos del país, tanto regulares como seculares confundieron liberalismo con socialismo y otro tanto sucedió con el propio concepto de democracia, que a muchos religiosos les sonaba a anarquía.

El nacimiento de un movimiento obrero y sindical en el país fue producto del paso de un sistema de producción pre capitalista al desarrollo y modernización de la industria, particularmente minera, coincidente con el advenimiento liberal. A pesar de ese cambio Bolivia nunca contó con un proletariado significativo, pues no pudo desarrollar una industria importante como lo que tuvieron algunas otras naciones sudamericanas.

El agotamiento de los yacimientos estañíferos de Europa y la demanda de la industria norteamericana y europea que contaba con el estaño como un elemento ideal para aleaciones (hojalata, papel metálico, conservas y un largo, etc.), fueron los activadores del auge minero boliviano en el período 1900-1940.

Patiño es, sin ninguna duda, una de las figuras centrales de la historia boliviana. A su alrededor se teje buena parte del siglo XX en el país y se establece el destino de cientos de miles de bolivianos.

Durante el gobierno de Gutiérrez Guerra el efecto sobre el área rural de la ley 1880 se podía apreciar muy bien con la constatación de que el estado había concebido hasta 1919, 13,4 millones de hectáreas en los ocho departamentos y enl os tres territorios de colonias (Noroeste, Chaco y Oriente).  La recaudación de impuestos (1/2 centavo por hectarea de tierra baldía) alcanzó por este rubro 1,2 millones de Bolivianos en 1918.

Si bien Tamayo es conocido como uno de los grandes poetas de Bolivia, su compilación sobre temas pedagógicos, es ya un clásico y su actividad politica de una intensidad excepcional. Las ideas de Tamayo confontarón las de Arguedas y abrierón un gran debate en el país.