Los Móviles de la guerra

Hay muchas interpretaciones sobre los verdaderos móviles de la guerra. Veamos las dos más importantes:

1.- La tesis más socorrida es la que dice que en realidad fue un conflicto promovido por el imperialismo, que se reflejaba en el enfrentamiento entre la petrolera norteamericana Standard Oil que operaba en Bolivia y la anglo-holandesa Royal Dutch Shell, cuya subsidiaria la Unión Oil Co. iba a operar en el Chaco Boreal. No se puede dudar que la imposibilidad de exportar petróleo boliviano por el río Paraguay, bloqueado por los paraguayos, perjudicaba y aislaba a la Standard. La Argentina pretendía explotar por su cuenta el petróleo que tenía en el norte y la presencia de la Standard en ese país fue hostilizada, negando la autorización para un oleoducto entre Bolivia y Argentina (la Standard construyó clandestinamente un pequeño oleoducto al mencionado país con el que sacó petróleo boliviano). Pero está claro también que en el Chaco boreal no hay petróleo. Todo se hacía sobre presunciones y teóricas reservas que nunca se descubrieron. El petróleo fue sujeto de la guerra no como causa sino como consecuencia del avance paraguayo sobre los pozos bolivianos. La Standard no ayudó a Bolivia en la guerra tal como se podía suponer si la posición al país efectivamente favorecía a sus intereses. Finalmente, el volumen de petróleo producido era francamente insignificante en el contexto de la producción mundial de la Standard. No se justificaba armar un conflicto en aras de intereses más teóricos que reales.

2.- El enclaustramiento marítimo de Bolivia obligó al país a mirar al Atlántico y buscar, a través de un puerto y la libre navegación sobre el río Paraguay, una salida al océano. Por eso, el Chaco se convirtió en región estratégica. Inexplicablemente, sin embargo, Bolivia no llevó las operaciones militares al río Paraguay. Durante casi toda la guerra el escenario estuvo volcado sobre el Pilcomayo, salvo cuando esporádicamente Estigarribia lo llevó al río Paraguay. Un aspecto fundamental en el conflicto y que explica en bue la medida el éxito militar del Paraguay es el hecho probado de que Argentina tomó desde el primer momento partido por Paraguay. Los intereses de ese país en el Chaco eran mayores que los de los propios paraguayos, las familias Casado (uno de cuyos miembros era cuñado del Presidente argentino Agustín Justo), Gibson, Zeballos y otras tenían poblaciones propias (puerto Casado) ferrocarriles, miles de hectáreas de explotación forestal (quebracho) y ganado. A lo largo de la guerra la hostilidad argentina y su apoyo a Paraguay tuvieron gran influencia en el desenlace del conflicto.

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Al comenzar la guerra Bolivia fue vista internacionalmente como el país agresor y como la nación más poderosa de las dos, por esa percepción Paraguay logro simpatía para su causa. En 1933 una comisión de neutrales pidió el retroceso de Bolivia hasta Ballivián. En la conferencia de paz de diciembre de 1933 se logró un armisticio de algo más de un mes.

Entre noviembre de 1934 y enero de 1935 el avance paraguayo fue frenético, al punto que el 14 de enero Estigarribia tomó una banda del río Parapetí, logrando el sueño imposible de tocar el punto más al norte de la aspiración paraguaya sobre el territorio chaqueño. El combate había llegado de manera insospechada a los contrafuertes de la cordillera de los Andes (cordillera del Aguaragüe), donde la ventaja geográfica y el conocimiento del medio fue un factor para destacar la capacidad combativa del soldado boliviano.

Bilbao es sin ninguna duda otro de los grandes héroes de la guerra. Militar de honor, modesto y organizado fue el gran protagonista de Kilómetro 7 y de la defensa de Villamontes, dos de los mayores éxitos de armas de Bolivia.

Noviembre de 1934 fue un mes complejo y aciago en Bolivia. Las relaciones entre Salamanca y el alto mando eran entonces pésimas. A pesar de la guerra, se convocó a elecciones para Presidente y éstas se realizaron el 11 de noviembre. El candidato oficial Franz Tamayo (59,2 % de los votos) derrotó a Juan María Zalles. Tamayo Presidente electo, nunca llegaría a posesionarse ante la realidad de los vergonzosos hechos de Villamontes.

A partir de Campo Vía Estigarrabia se dio cuenta de que sus posibilidades de hacer retroceder al ejército boliviano eran muy buenas y atacó. Bolivia tenía sus dos mayores centros de operaciones en Muñoz y Ballivián sobre el Pilcomayo.

Arce y Alihuatá dejaron un sabor amargo en el pueblo que clamó por el cambio del alto mando y el retorno de Hans Kundt. La ciudadanía exigió que el general alemán se haga cargo del comando de las FF.AA. Salamanca, no muy convencido, no tuvo más remedio que llamarlo y además cederle todas las prerrogativas militares que había disputado con los jefes bolivianos. El 6 de diciembre de 1932 Kundt se hizo cargo del mando y se trasladó a Villamontes. La filosofía de Kundt era muy sencilla había que tomar la iniciativa y atacar sin tregua.

Nació en Neustrelitz (Mecklenburgo, Alemania) el 28 de febrero de 1869. De familia de militares, se graduó como subteniente en 1889. En 1902 integró como capitán el alto estado mayor alemán. En 1908 llegó por primera vez a Bolivia. En 1911 comandó una misión para reestructurar el ejército boliviano. Combatió en la primera guerra mundial en Polonia y Galizia donde fue herido y luego condecorado. Volvió a Bolivia en 1921 ya como general. Adoptó la nacionalidad boliviana y ce mandó otra misión reestructuradora. En 1923 fue nombrado ministro de Guerra por Bautista Saavedra.