Daniel Salamanca (1868-1935)

El Presidente Salamanca fue un hombre trágico, atormentado por una dolencia física estomacal que lo marcó a lo largo de casi toda su vida.  Estaba seguro de que su destino lo obligaba a conducir Bolivia a la redención. Le tocó un rol dramático, convencer al país que la guerra era un imperativo nacional, conducirla, ver el desmoronamiento bélico, ser derrocado por los comandantes en el campo de batalla y morir a los pocos días de la declaratoria de alto el fuego.

Salamanca nació en Cochabamba el 8 de Julio de 1868. Estudió derecho y se recibió de abogado en la universidad de San Simón. Fue catedrático de la universidad cochabambina. Militó en el partido liberal. Fue ministro de hacienda de Pando. Fue parlamentario destacado y notable orador en su paso por las cámaras. Fundó junto a Saavedra el partido Republicano en 1915. En 1921 creó el partido Republicano Genuino, esta vez en oposición a Saavedra. Fue varias veces candidato a la presidencia. Finalmente en 1931 ganó las elecciones y accedió al mando cuando contaba con 62 años. Fue radicalmente anticomunista y condujo a Bolivia a la guerra del Chaco. En 1934 fue derrocado por los altos oficiales que conducían la guerra. Murió poco después, el 17 de Julio de 1935, a los 66 años en su ciudad natal, Cochabamba.

Gobierno 1931-1934

Salamanca llegó al poder con el apoyo de todos los partidos tradicionales y con la imagen de un hombre excepcional. El "hombre símbolo" se lo llamó por el respeto que despertaba su sobriedad, honradez y capacidad intelectual.

Pero en menos de un semestre el Presidente se había granjeado la oposición de casi todos los sectores. Su primer frente fue la izquierda. El mandatario comenzó por decir que el problema más grave del país era el comunismo. Esa afirmación colocaba al estado por primera vez de una manera explícita contra la clase trabajadora. Los vaivenes de Saavedra (leyes favorables a los trabajadores, acciones contra los mineros) o la neutralidad de Siles, pasaron al olvido. El gobierno prohibió una huelga de telegrafistas, se estrelló contra las huelgas de la FOT y llegó a descontar el 15 % de los salarios de los huelguistas. Presentó al congreso un proyecto de ley de defensa social que pretendía otorgar poderes extraordinarios al Presidente para combatir los "excesos" obreros y comunistas. El proyecto no prosperó y quedó simplemente en una idea que, sin embargo, reflejaba la personalidad del primer mandatario.

El segundo frente fueron sus aliados liberales que tenían mayoría en el congreso. Salamanca había prescindido de ese partido en su primer gabinete. Luego tuvo que ceder. Su ministro de hacienda Demetrio Canelas, coherente con las corrientes en boga en ese momento, propuso un plan inflacionario controlado para salir de la crisis económica que comenzaba por abandonar el patrón oro. Al principio la idea fue tan combatida que no pudo aplicarse, pero cuando Inglaterra abandonó el patrón oro, el gobierno la aplicó con la inmediata consecuencia de la subida de precios y el comienzo de la inflación, lo que conllevó protestas políticas y callejeras.

La situación tenía que ver con la depresión mundial que hizo crisis en 1929. El efecto sobre la minería fue devastador.  Esto llevó a que tomara dos medidas: la suspención del pago de la deuda externa, y la aprobación del divorcio absoluto que respondió a una ideología liberal ortodoxa.

Estas medidas que aislaron seriamente al primer mandatario tuvieron su contrapartida en un presupuesto inusualmente alto para el ejército y un plan consciente y decidido de penetración militar en el territorio del Chaco. Salamanca tenía muy claro que Bolivia debía dominar esa región en conflicto. Es célebre su frase "pisar fuerte en el Chaco". Pensó que una incuestionable presencia militar en la zona le daría ventajas irrefutables en la mesa de la negociación diplomática. En esa línea, un incidente verbal en Washington con el representante paraguayo sirvió de excusa para la ruptura de relaciones con El Paraguay el 1a de Julio de 1931. Nadie podía llamarse al engaño sobre las intenciones del Presidente.

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Al comenzar la guerra Bolivia fue vista internacionalmente como el país agresor y como la nación más poderosa de las dos, por esa percepción Paraguay logro simpatía para su causa. En 1933 una comisión de neutrales pidió el retroceso de Bolivia hasta Ballivián. En la conferencia de paz de diciembre de 1933 se logró un armisticio de algo más de un mes.

Entre noviembre de 1934 y enero de 1935 el avance paraguayo fue frenético, al punto que el 14 de enero Estigarribia tomó una banda del río Parapetí, logrando el sueño imposible de tocar el punto más al norte de la aspiración paraguaya sobre el territorio chaqueño. El combate había llegado de manera insospechada a los contrafuertes de la cordillera de los Andes (cordillera del Aguaragüe), donde la ventaja geográfica y el conocimiento del medio fue un factor para destacar la capacidad combativa del soldado boliviano.

Bilbao es sin ninguna duda otro de los grandes héroes de la guerra. Militar de honor, modesto y organizado fue el gran protagonista de Kilómetro 7 y de la defensa de Villamontes, dos de los mayores éxitos de armas de Bolivia.

Noviembre de 1934 fue un mes complejo y aciago en Bolivia. Las relaciones entre Salamanca y el alto mando eran entonces pésimas. A pesar de la guerra, se convocó a elecciones para Presidente y éstas se realizaron el 11 de noviembre. El candidato oficial Franz Tamayo (59,2 % de los votos) derrotó a Juan María Zalles. Tamayo Presidente electo, nunca llegaría a posesionarse ante la realidad de los vergonzosos hechos de Villamontes.

A partir de Campo Vía Estigarrabia se dio cuenta de que sus posibilidades de hacer retroceder al ejército boliviano eran muy buenas y atacó. Bolivia tenía sus dos mayores centros de operaciones en Muñoz y Ballivián sobre el Pilcomayo.

Arce y Alihuatá dejaron un sabor amargo en el pueblo que clamó por el cambio del alto mando y el retorno de Hans Kundt. La ciudadanía exigió que el general alemán se haga cargo del comando de las FF.AA. Salamanca, no muy convencido, no tuvo más remedio que llamarlo y además cederle todas las prerrogativas militares que había disputado con los jefes bolivianos. El 6 de diciembre de 1932 Kundt se hizo cargo del mando y se trasladó a Villamontes. La filosofía de Kundt era muy sencilla había que tomar la iniciativa y atacar sin tregua.

Nació en Neustrelitz (Mecklenburgo, Alemania) el 28 de febrero de 1869. De familia de militares, se graduó como subteniente en 1889. En 1902 integró como capitán el alto estado mayor alemán. En 1908 llegó por primera vez a Bolivia. En 1911 comandó una misión para reestructurar el ejército boliviano. Combatió en la primera guerra mundial en Polonia y Galizia donde fue herido y luego condecorado. Volvió a Bolivia en 1921 ya como general. Adoptó la nacionalidad boliviana y ce mandó otra misión reestructuradora. En 1923 fue nombrado ministro de Guerra por Bautista Saavedra.