"...la escuela de Warisata. ...se convirtió en mayor experiencia de educación rural indigenal en toda américa latina."
Por: Clemente Mamani Lurata - Alumno de 2do. Curso Normal Warisata
Oh! pueblo de condores estudiantiles
Resplandor del alba filosofal.
Morada de la savia invernal
Trigal de ensueños rurales.
Madre de la educación campesina
Faro encendido en el paraje,
Con destello del saber y paisaje.
Retrato de la fortaleza morena.
Ancestral poncho de vicuña,
extendido en el sendero del aprendizaje.
Tejido con ímpetu y coraje
Excelso brazo de la hazaña.
Clamor de la altura triunfal
difundido en el horizonte de la historia
con mirada de esplendida victoria
Y rampla inquietante del astral.
Vara enclavada en el numen,
Junto a los cuatro vientos de lucero
Eres el primer grito del guerrero,
En crisol y jornada que vence el desdén.
Rostro del amante triunfante,
Con canción del mallcu vencedor
Que levanta en lo alto el vigor
Haciendo vibrar el eco dominante.
Pampa enlozada de ideales
Florido de pensamiento andino
Dejas correr el caudal divino,
Nutriendo alientos y visiones.
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El Himno a Warisata fue escrito por Clemente Mamani Lurata, alumno de segundo curso en la Normal Warisata.
El 2 de agosto del año 1931, Avelino Siñani, campesino, y Elizardo Pérez, profesor rural, concluyeron una escuela para los niños de Warisata. Pocos años después este proyecto se convirtió en mayor experiencia de educación rural indigenal en toda américa latina.
La lucha por conseguir escuelas para sus niños por parte de los pueblos indígenas viene desde la primera mitad del siglo XX, en ese tiempo los líderes y maestros indígenas sufrían persecuciones y amedrentamiento por la creación de escuelas rurales, uno de estos líderes fue Avelino Siñani.