Vicios de refracción ocular

Defectos de la visión y su corrección:

- Presbicia: Como vimos la capacidad de ver nítidamente objetos cercanos depende de la elasticidad del cristalino. Esta elasticidad disminuye con la edad.  El poder de acomodación varía desde 14 dioptrías en un niño de diez años hasta 1 dioptría en un hombre de 70 años.  En la edad avanzada es de rigor que el individuo pierda la capacidad de ver de cerca por falla en el poder de acomodación.  A este defecto se le llama presbicia (del griego presbos: viejo). El punto próximo pasa de los 7 cm en el niño a los 20 cm en el adulto y alcanza una cifra mucho mayor en los ancianos (es característica la lectura del diario con los brazos extendidos en la edad avanzada).

- La presbicia se corrige con lentes convergentes (positivas) "para ver de cerca" que aumentan el poder de convergencia del sistema.

- Miopía. Hipermetropía: En el ojo emétrope (normal) relajado la imagen de un objeto situado a más de seis metros se forma sobre la retina. Cuando el ojo no tiene dimensiones normales (dismétrope) la imagen no se forma sobre la retina sino por delante (ojo miope) o por detrás (ojo hipermétrope).

Esto se esquematiza en la Figura 5.8.

Física - Biofísica, Óptica, eje emétrope, miopía, hipermétrope

Figura 5.8: A, Ojo emétrope. B, Miopía. C, Hipermétrope.

En el ojo miope el poder convergente resulta excesivo para un globo ocular demasiado "largo" y la imagen se forma delante de la retina. La miopía se corrige restando poder convergente al ojo con lentes esféricas negativas o divergentes.

En el ojo hipermétrope el poder convergente resulta débil para un ojo relativamente "corto": la imagen es retrorretiniana. El hipermétrope puede corregir el problema "acomodando", pero esa situación produce el cuadro conocido como "vista cansada"; la hipermetropía se corrige aumentando el poder convergente del ojo con lentes esféricas positivas o convergentes.

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- Analizaremos aquí la utilización de los ultrasonidos por su capacidad de liberar en los tejidos.  Se denomina ultrasonido a las vibraciones mecánicas propagadas en los medios elásticos que tienen una frecuencia mayor al límite audible (20.000 c/s).

- El sonido, onda mecánica transmitida por vía aérea, hace vibrar la membrana timpánica. Este movimiento oscilatorio se transmite a la ventana oval por la cadena ósea situada en el oído medio.

- La palanca formada por los huesillos aumenta la fuerza del movimiento transmitido al tímpano en un 30%.

La audiometría consiste en la determinación de los umbrales de sensibilidad auditiva de un individuo para las distintas frecuencias (espectro audible). Para ello se considera un sonido como cero decibel cuando tiene la intensidad del mínimo audible para la mayoría de la población a 1000 c/s (10-12 Watt/m2).

Las intensidades que puede captar el oído humano varían entre I0-12 W/m2 y 1 W/m2 (un factor enorme de 1012). El oído humano percibe la intensidad de un sonido como una sensación subjetiva de sonoridad. Sin embargo, si la intensidad se duplica, la sonoridad no se incrementa por un factor de 2. Experimentos realizados por vez primera por A. G. Bell mostraron que para duplicar la sonoridad, la intensidad del sonido debe aumentarse aproximadamente en un factor de 10.

La intensidad del sonido audible va desde aquel que produce sobre la membrana del tímpano una presión de 2.10-5 Newton/m2 (sonido mínimo audible; I = 10-12 Watt/m2) hasta el que produce presiones de 28 Newton/m2 (sonido máximo tolerable; I = 102 Watt/m2) (ver cuadro sgte).

- La distancia a la que se puede oír un sonido depende de su intensidad, que es el flujo medio de energía por unidad de área perpendicular a la dirección de propagación.

- La amplitud de una onda de sonido es el grado de movimiento de las moléculas de aire en la onda, que corresponde a la intensidad del enrarecimiento y compresión que la acompañan.  Cuanto mayor es la amplitud de la onda, más intensamente golpean las moléculas el tímpano y más fuerte es el sonido percibido, (ver Figura 6.3.).