La precariedad del régimen militar se agudizó con las manifestaciones callejeras. Las ambiciones de sus ministros habían ya condenado al gobierno. A principios de abril el titular de Gobierno, Antonio Seleme, el más audaz de los ministros conspiradores, tomó contacto con la oposición, particularmente con el MNR (Siles Zuazo, Lechín), partido al que Seleme incluso juró, y con FSB (Únzaga). El ocho, una reunión del ministro con un joven dirigente falangista terminó con la salida de Falange del golpe, por discrepancias de programa y eventual distribución de cargos.
Arze fue una figura clave del marxismo boliviano y punto referencial de las ideas comunistas. Simpatizó con la revolución soviética y la influencia del partido comunista de ese país.
Nació en Cochabamba en 1905. Se dedicó a la actividad académica desde muy joven. Fue propulsor de la reforma universitaria y contrario a la guerra del Chaco en la que no participó. Formó parte del grupo de los nacionalistas de Siles Reyes, apoyó al gobierno de Toro y radicalizó luego sus posiciones. Su ideario marxista le clara tendencia comunista, lo llevó en 1940 a fundar el Partido de Izquierda Revolucionaria. En ese año fue candidato a la presidencia y volvió a serlo en 1951. Se opuso radicalmente al gobierno de Villarroel y se alió con quienes lo derrocaron y lo colgaron, influido por la alianza bélica entre los países capitalistas y la URSS. En 1944 sufrió un atentado que casi le cuesta la vida. Escribió obras sociológicas importantes que lo colocan como uno de los pioneros de la sociología boliviana. Debe destacarse "Proceso de la educación boliviana", "Sociografía del inkario" y "Sociología marxista". Murió en 1955 en Cochabamba.
Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR) (1940)
El PIR nació el 26 de Julio de 1940 en un congreso de izquierda realizado en Oruro. Entre sus principales fundadores están José Antonio Arze y Ricardo Anaya. De línea marxista, fue el partido más influyente de la izquierda boliviana en la década de los años cuarenta. Propuso la revolución democrática burguesa como paso previo al socialismo, la reforma agraria y con menos claridad un control del estado sobre los ingresos mineros. Su línea independiente y antiimperialista se vio pronto condicionada por su aproximación a la influencia soviética en plena guerra mundial. Esto determinó la alianza del PIR con los sectores tradicionales frente al gobierno de Villarroel. La postura antifascista y pro aliada durante la guerra, condujo al derrocamiento de Villarroel y al debilitamiento consiguiente de ese partido en los sectores populares. Esa alianza fortaleció las posibilidades del MNR y terminó por hundir al PIR. En 1950 esas contradicciones llevaron a una escisión de la que nació el Partido Comunista. Con el advenimiento de la Revolución de 1952 el PIR perdió toda fuerza hasta desaparecer prácticamente en los años sesenta.